Guadix (Granada) vuelve a celebrar el 9 de septiembre como festivo local con la vuelta del Cascamorras, que celebra su 532 edición para recibir el "castigo" de sus convecinos, manchándolo de pintura, tras no conseguir, como es tradición, recuperar la imagen de la Virgen de la Piedad, Patrona de Baza, para la ciudad accitana.
Después de que la Carrera del Cascamorras, personaje que este año encarna José Antonio Escudero, reuniera a unos 10.000 participantes el pasado martes, llega a Guadix, en una Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Según ha informado el Ayuntamiento de Guadix en una nota, para celebrar ese día se han organizado diversas actividades que darán comienzo con la I Carrera Popular del Cascamorras, un evento que se celebrará por primera vez este año.
Antes de la carrera de la tarde, los más pequeños tendrán ocasión de disfrutar de una nueva edición del Cascamorras infantil, donde se celebrarán diversas actividades para los más pequeños, que, en el parque municipal Pedro Antonio de Alarcón, donde habrá fiesta de la espuma, podrán disfrutar de hinchables.
Por la tarde, tendrá lugar la tradicional carrera del Cascamorras, que partirá a las 18,30 horas desde la Cueva de la Estación, con recorrido hasta la calle Real de Santo Domingo, donde se celebrará la tradicional despedida y jura de bandera.
Según cuenta la tradición, el origen de la Carrera del Cascamorras se encuentra en la figura de Juan Pedernal, un accitano que estaba trabajando en el término municipal de Baza y que, al dar un golpe en el desarrollo de su labor, encontró la imagen mariana que desde entonces se conoce como Virgen de la Piedad.
Este hallazgo motivó un pequeño conflicto, porque su artífice consideraba, al ser él de Guadix, que la imagen debía llevarse a su ciudad. Mientras que había quienes alegaban que, al haberse encontrado en Baza, debía de permanecer allí.
El asunto tuvo que resolverse en los tribunales y finalmente se determinó que la imagen se quedaría en Baza, pero que podría llevarse a Guadix si un emisario fuese capaz de llegar hasta el templo de La Merced sin mancharse.
Desde entonces un emisario accitano, el Cascamorras, intenta en vano cada 6 de septiembre recuperar la imagen, porque nunca es posible llegar sin pintar desde las afueras de Baza al templo de la Merced. Por eso es también recibido por sus paisanos con pintura y agua a modo de represalia a su regreso a Guadix el día 9 de septiembre.