Cuando la
Asociación El Burrito Feliz, ubicada en la provincia de Huelva, comenzó hace un año, en plena pandemia, un
programa de asistencia emocional al personal sanitario que se encontraba agotado, en su lucha diaria con el Covid-19, nunca imaginó la repercusión internacional de su innovador proyecto.
Según informan desde la asociación en un comunicado, la técnica denominada
coaching con animales consiste en recibir a médicos, enfermeros y cualquier profesional del ámbito sanitario en pleno bosque del
entorno de Doñana, ofreciéndoles unas horas de relax y fortalecimiento emocional con el apoyo de asnos.
Desde su inicio, revelan desde la asociación, la iniciativa corrió "de boca en boca, entre los trabajadores hospitalarios” y se convirtió en una noticia de primer orden a nivel internacional. Así, las imágenes del burro terapeuta ‘Magallanes’ dejándose abrazar por enfermeras pudo ser comentada en lugares tan dispares como
Australia o la India.
El Burrito Feliz considera que, a través de este proyecto
España lanzó al exterior “una imagen positiva” demostrando que “en el país alguien se preocupaba realmente de recuperar anímicamente a sus sanitarios con un proyecto denominado ‘Doctor Burro’.
Ahora que el proyecto cumple un año y continúa la presión hospitalaria, la iniciativa sigue siendo necesaria. A ‘Magallanes’ se le han sumado dos compañeras ‘doctoras’,
‘Lluvia’ y ‘Leonor’, que “siguen, jornada tras jornada, ofreciendo su cariño y simpatía en los bosques de Hinojos, en Huelva”.
Desde la asociación cuentan que
la historia de la burrita ‘Leonor’ es realmente conmovedora ya que
llegó al Burrito Feliz tras fallecer el niño al que ofrecía terapia. Ahora, esta burrita, bautizada con este nombre
en honor a la princesa Leonor, “está demostrando que
el espíritu que demostró cuidando de su pequeño paciente seguirá permanentemente en esta ocasión con otros seres humanos que también la necesitan”.
La programación, validada por
María Jesús Arque, psicóloga clínica especializada en trastornos de ansiedad y estrés, consiste en terapia y
abrazos con los burros del proyecto,
paseo en compañía del asno por el bosque y, por último,
interacción con el resto de los animales del centro de asistencia.
La duración de
la terapia oscila entre dos y tres horas y, en palabras de los participantes,
supone "una recarga de pilas para seguir peleando contra el Covid-19”, aseguran desde la asociación.
Este es un proyecto solidario, asumido económicamente por los miembros de El Burrito Feliz que esperan que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía se interese por el programa y colabore en el esfuerzo.
“Realmente nuestro agotamiento económico y de recursos es tremendo pero
nos negamos a dejar a ni un solo sanitario que lo necesite sin apoyo”, afirma Cristina Mariño, coordinadora del proyecto ‘Doctor Burro’.