La propuesta que el presidente del Consejo elevó al pleno celebrado hace unos días no es ninguna novedad por cuanto, al menos en dos ocasiones, ya se ha producido lo que se pretende hacer ahora. En la primera ocasión fue Las Tres Caídas la que, a causa de la intensa lluvia caída en la jornada (en la que, por entonces, año 1963, era la única en realizar estación),
fue autorizada a realizar su desfile en la madrugada del Viernes Santo, saliendo a las 3.00 horas, y la segunda vez fue más recientemente, cuando
El Calvario en 1976 (ese año estrenaba su cuadrilla de hermanos costaleros) solo pudo realizar unos metros de recorrido antes de regresar a la Parroquia de Los Dolores y, ante la petición expresa de su Junta de Gobierno a la Unión de Cofradías, fue autorizada a salir el Miércoles y así pudo realizar su recorrido.
Por tanto,
no hay nada nuevo bajo este sol, ya que la propuesta ya había sido llevada a la práctica en otras ocasiones. ¿Por qué no se ha repetido en esos años en los que la lluvia ha obligado a las cofradías a no salir, a darse la vuelta o a refugiarse en cualquier otra Iglesia? Probablemente por desconocimiento de esa circunstancia que en otras dos ocasiones se había dado o por cualquier otra que, en definitiva, no hicieron posible esas salidas.
Esta propuesta
hay que tomarla con mucha cautela para no herir sensibilidades entre las hermandades componentes del pleno, porque podrían darse muchas situaciones que trajeran consigo un trato desigual ante idénticas situaciones u otras diversas circunstancias que hicieran romper la armonía que actualmente existe entre las hermandades, como podría suceder con el horario de las que se vean obligadas a cambiar de fecha de salida y en el que podría chocar con las del día. También se quiere habilitar el Sábado, pero ¿no se cierra la Carrera Oficial el Viernes? Como tantas veces ha dicho el presidente para justificar que El Resucitado no la haga.
Hay que estudiar el tema muy a fondo y evitar cualquier perjuicio. Ah, y
no se olviden de la tradición.