Aunque el acusado les aseguró estar arrepentido de lo sucedido creen que su lenguaje corporal "no decía lo mismo"
M.J.B.N., el vecino de Huelva apoderado 'El mexicano' acusado de matar un amigo y decapitarlo paseándose, posteriormente, con su cabeza por la calle a finales de octubre de 2020 en Huelva, no tenía alterada su voluntad ni la realidad cuando se cometieron los hechos.
Las médicas forenses que realizaron la valoración psicológica y psiquiátrica a esta persona tras este episodio han expuesto hoy en la segunda sesión del juicio que contra ella se celebra en la Audiencia Provincial de Huelva con tribunal del jurado, que sus conclusiones refieren que "no hay sintomatología propia de psicopatía grave que anularan sus capacidades cognitivas ni volitivas".
Asimismo, han apuntado que "los hechos no están relacionados con una ruptura de la realidad o una alteración de la voluntad" del acusado".
A ello llegan después de haber realizado dos sesiones con 'El mexicano', la primera tres días después de los hechos y la segunda una semana más tarde, tiempo que consideraron más que suficiente para determinar su estado.
Con respecto a su pudo actuar bajo los efectos de sustancias estupefacientes, han indicado que "no pueden determinarlo" debido a que la primera analítica de orina se le practicó el 3 de noviembre, si bien han referido que en ningún momento de los que pasaron con él presentaba "alucinaciones ni alteración del pensamiento".
Han señalado también que aunque refería que esta arrepentido de lo sucedido su lenguaje corporal "no decía lo mismo" y que les señaló que había actuado en respuesta a "un atentado al honor de su familia", concretamente a su hermana y su hija.
En la jornada de hoy también han prestado declaración los forenses del Instituto de Medicina Legal que realizaron la autopsia al cadáver, los cuales identificaron hasta una quincena de lesiones en el cuerpo de la víctima, la mayoría de ellas en la cabeza.
De ellas, una es la que consideran como la causante del traumatismo craneoencefálico severo que pudo causarle la muerte situada en la parte posterior izquierda y la segunda en el lateral derecho, ambas compatibles con un objeto contundente de grandes dimensiones y bordes irregulares.
Se les ha mostrado los dos esqueletos metálicos de calentador que fueron hallados en la casa de la víctima con los que Fiscalía y acusación particular sostienen que se le causó la muerte, afirmando que podían ser compatibles con el arma homicida.
El cuerpo presentaba lesiones en el brazo, antebrazo y mano derecha que bien podía deberse, según han señalado, a una actitud defensiva o bien al traslado del mismo.
En relación con el degüello han apuntado que fue realizado "en apenas tres o cuatro cortes" lo que evidencia que era una persona "que sabía lo que hacía".
Por último, cabe reseñar la testifical de E.C., el hombre que el acusado sitúa como la persona que se encontraba en el domicilio con él y con la víctima cuando sucedieron los hechos; este extremo, sin embargo, ha sido negado por el testigo indicando que coincidió con ambos en dicha casa apenas dos minutos y que se marchó.
Esta persona ha señalado que la víctima le había contado que el acusado en una ocasión, después de que se negara a algo que le había solicitado, le había dicho "te tengo que cortar la cabeza".