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Viernes 08/11/2024
 

Huelva

La seguridad en Sandfire MATSA: del compromiso de una empresa al altruismo de un equipo

Con un equipamiento pesado, la Brigada de Rescate Minero es capaz de desplazarse por túneles subterráneos en situaciones de emergencia, con agilidad y eficacia

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Brigada de Rescate Minero.

Brigada de Rescate Minero.

Brigada de Rescate Minero.

  • Son la tranquilidad del resto del equipo minero, también de sus familiares, conocedores de las dificultades que entrañan las emergencias en la minería

La minería es cada vez una actividad más segura. Nada tiene que ver el actual trabajo en la mina con el de hace 100 años, aunque compartan el mismo propósito: extraer el mineral que nos ha permitido ser la sociedad que hoy somos.

Verdaderos héroes por vocación, en una actividad tan antigua como necesaria. Gracias a los que podemos estar tranquilos, y no solo los profesionales mineros

Los avances actuales, las nuevas tecnologías, la monitorización, la inteligencia artificial y los estudios que priorizan la seguridad por encima de criterios de productividad, hacen que esta actividad milenaria se haya convertido en una profesión más, con una cuota de riesgo similar a la de cualquier otra actividad laboral, pero con la dificultad añadida de desarrollarse en espacios estrechos y oscuros y, en numerosas ocasiones, con la presencia y manejo de materiales explosivos para que esta actividad sea posible. Sin embargo, aunque puedan producirse situaciones de emergencia, las operaciones mineras cuentan con sus mejores aliados, entrenados y preparados para la acción: la Brigada de Rescate Minero.

En 2006 se inició en Mina de Aguas Teñidas un proyecto revolucionario, que culminaría en 2009 con el arranque de una operación que representaba un gran desafío para la minería española hasta el momento. En este nuevo periodo para la minería onubense, con un gran desarrollo de las galerías de interior de mina y un significativo aumento de trabajadores, se visualizó la necesidad de contar con un cuerpo específico, una Brigada de Rescate Minero, que solventara posibles peligros en estas minas, gestionadas hoy por la empresa Sandfire MATSA.

Como toda historia de héroes y heroínas, esta comienza con una primera etapa repleta de ganas, pero con menos recursos. La Brigada se constituyó de acuerdo con la normativa vigente: “Toda minería subterránea con peligro de incendios, desprendimiento de gases o polvos explosivos dispondrá de una estación de salvamento”. Y es ahí donde MATSA tuvo que preparar su propia respuesta, cualificada y equipada, para subsanar posibles situaciones de emergencia en unas galerías que no paraban de crecer.

En 2009, diez operadores mineros y personal técnico, en calidad de voluntarios, comenzaron a formarse como verdaderos ángeles de la guarda de sus compañeros. Este primer grupo de brigadistas, de los cuales cinco procedían de la empresa contratista Insersa, viajaron hasta Asturias para aprender junto a los compañeros de la Brigada Central de Salvamento Minero, ubicada en Asturias, reconocidos referentes mundiales con dilatada experiencia.

Comenzaron con una formación muy específica sobre medios de respiración autónomos de circuito cerrado, trabajos en espacios confinados y extinción de incendios.

Bajaron de Asturias con ganas y unos conocimientos adquiridos a la altura de las necesidades de una empresa en expansión. No obstante, estaban empezando. Ahora tocaba analizar los medios materiales de los que disponían, observar prioridades e incorporar algunos nuevos, a la par que avanzaban con los entrenamientos mensuales. Se estaba empezando a escribir la primera historia de una unidad de salvamento minero en la provincia de Huelva.

Poco a poco se fueron haciendo con el material necesario para dar respuesta a todas las posibles situaciones de peligro que pudieran darse en la minería subterránea: trajes ignífugos, cascos de intervención, cámaras térmicas, mangueras, lanzas, equipos de respiración autónomos de gran autonomía (4 horas), material sanitario, como camillas, medios de excarcelación en caso de accidentes de tráfico, material para rescate en altura, etc. Además de adquirir los medios móviles para extinción de incendios u otras situaciones de riesgo, incorporaron a la flota de maquinaria algunos camiones específicos y vehículos de intervención. Uno de los grandes hitos fue la adquisición del equipo de llenado de botellas de oxígeno y aire, que convirtió a la empresa en su propia central de recargas para el uso de equipos de respiración autónoma. Esto permitió la autonomía necesaria para entrenar con los mismos mensualmente.

La empresa, hoy día Sandfire MATSA, fue creciendo, y con ella su brigada. Algunos compañeros, por edad u otras circunstancias, abandonaban el cuerpo dejando su sitio a nuevos brigadistas que se formaban con ilusión para estar a la altura de un equipo ya con trayectoria. En 2014, al reanudarse la actividad en Mina Sotiel, la empresa vio la necesidad de crear otro cuerpo específico para esta operación. En esta ocasión, todos los integrantes del cuerpo eran de la empresa contratista Insersa y, del mismo modo que sus compañeros, fueron entrenados en la Brigada de Minas de Aguas Teñidas, pasando un periodo de formación, el cual completaron viajando a Asturias para certificarse. Después, continuarían recibiendo formaciones y aprendiendo de los brigadistas de las minas Aguas Teñidas y Magdalena hasta consolidarse como cuerpo independiente, el cual sigue formándose en la actualidad por instructores de la Brigada de Sandfire MATSA.

Son la tranquilidad del resto del equipo minero, también de sus familiares, conocedores de las dificultades que entrañan las emergencias en la minería de interior. Sus intervenciones y forma física son equiparables a los de cualquier cuerpo de élite. Con un equipamiento pesado a cuestas, son capaces de desplazarse por los túneles más estrechos y oscuros, con una agilidad y eficacia brillantes.

El historial de intervención de la Brigada de Rescate Minero de Aguas Teñidas y Magdalena recoge extinciones de incendios en camiones, en instalaciones industriales e instalaciones de oficinas generales; intervenciones tras explosiones en interior de mina e intervenciones técnicas en cámaras en combustión, entre otras.

No sabemos qué los hace más especiales: si su altruismo, su resiliencia, su formación continua o su entrega y compañerismo. Verdaderos héroes por vocación, en una actividad tan antigua como necesaria. Gracias a los que podemos estar tranquilos, y no solo los profesionales mineros. Es bien sabido que, si se les necesita, no dudan en ampliar su radio de acción.

 

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