El Recreativo de Huelva, en la jornada vigésimo quinta de liga, sigue cumpliendo en parte el objetivo marcado al inicio de la competición y que no era otro que el de pelear por el ascenso de categoría, bien de manera directa (algo que ya es imposible y que es destino para un merecido Antequera), o a través del play-off de ascenso, algo en lo que está camino de conseguir con más pena que gloria.

A día de hoy y mientras no se diga lo contrario, el Decano está en una posición de privilegio respecto al resto de rivales que están en esa lucha, ya que de terminar segundo la fase regular, tendrá el factor campo a su favor en las dos eliminatorias de ascenso, no se enfrentará a ningún otro segundo de otro grupo y cualquier resultado de empate le beneficiaría con otros rivales en las eliminatorias. Y ese objetivo con muchas más sombras que luces lo está cumpliendo el conjunto de Abel Gómez.               

Sensaciones

Ahora bien, hay varios caminos para alcanzar esa segunda plaza y desde luego el que está eligiendo la actual plantilla y cuerpo técnico del Decano es el menos propicio para una afición que está cansada de ver auténticos partidos infumables del primer equipo tanto en el Nuevo Colombino como fuera de él.

El actual Recreativo, a pesar de haberse reforzado con hasta siete futbolistas en el mercado invernal, está involucionando y ya no solo está logrando peores resultados que en el mes de noviembre o en diciembre, sino que las sensaciones son muy negativas, de un equipo que no transmite nada, que no juega a nada, que se limita solo a defender y que no hace goles y si los hace son por jugadas muy aisladas o casi fuera del tiempo reglamentario.

La última pírrica y pésima victoria ante el Recreativo Granada es un claro ejemplo de que este Recre, jugando así, tiene muy pocas posibilidades de ascender, salvo que se encomiende al empate a cero o a marcar un gol con algo de fortuna. El equipo está muy mal y de esta quema se salvan al menos Rubén Gálvez por sus paradas salvadoras, Manu Galán por su regularidad y Pablo Caballero, que es único con gol arriba.

Lo demás, un auténtico desastre de un equipo que sigue teniendo opciones de ascenso pero que jugando así lo tiene casi imposible.