Era un solo un trámite más, pero ya el penúltimo en el largo recorrido de la propuesta de reordenación de los regadíos en el entorno de Doñana, que en este segundo intento ya está a un solo paso de su aprobación definitiva.
Ha sido este martes en la Comisión de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda del Parlamento andaluz donde
se ha aprobado el dictamen de la proposición de ley de la reforma de regadíos de la Corona Norte de Doñana presentada por PP y Vox.
Con los
doce votos a favor de PP-A y Vox y el rechazo de los siete representantes del PSOE-A, Por Andalucía y el Grupo Mixto-Adelante Andalucía, ha salido adelante el dictamen, de modo que ya solo queda su debate y aprobación definitiva en el pleno de la Cámara andaluza del próximo 27 y 28 de septiembre.
Se trata de una propuesta que nació envuelta en la polémica y que así será hasta el final, pues incluso
el Gobierno central ya dejó caer que está dispuesto a acudir hasta el Tribunal Constitucional para frenar una ley que ha levantado suspicacias más allá de nuestras fronteras, en el seno de la Unión Europea y de la Unesco.
El proyecto estima que
unas 700 hectáreas de regadíos que se encuentran en estos momentos fuera de la ordenación puedan regularizar su calificación urbanística y con ello tener acceso a agua para riego cuando haya disponibilidad.
El debate
PP-A y Vox han aprobado el dictamen de esta iniciativa tras aceptar, además, la inclusión de una enmienda técnica presentada por el Grupo Popular, y de rechazar ocho enmiendas formuladas por la federación Ecologistas en Acción Andalucía que habían sido asumidas por los grupos Por Andalucía y el Grupo Mixto-Adelante, y ante las que se han abstenido los representantes del PSOE-A.
El debate ha tenido un
claro acento onubense, en la voz de los diputados Manuel Andrés González (PP), Rafael Segovia (Vox) y Mario Jiménez (PSOE).
González ha aseverado que con esta proposición de ley
“no se va a amnistiar a ningún agricultor, lo hemos dicho alto y claro”, según ha remarcado antes de acusar, además, al PSOE-A de “mentir” al decir que “el PP ha prometido agua a los agricultores” y los ha “engañado” con esta iniciativa. Frente a ello, ha sostenido que desde el PP-A han “tendido la mano a todos los grupos políticos” para dialogar sobre esta iniciativa, pero “se han negado a sentarse”.
Por su parte, el diputado de Vox ha manifestado que
el compromiso con el medio ambiente no “es exclusivo de la izquierda” y ha defendido que la posición de su partido es “totalmente compatible” con la conservación del parque. Ha querido dejar claro que esta proposición de ley “no toca el agua y se trata de un acto de justicia”.
En el lado opuesto, el parlamentario socialista ha comenzado instando a PP-A y Vox a que “retiren la proposición de ley” porque “no cabe otro camino” que ese y el de “poner la mesa del diálogo”, tal como se hizo en su momento para la aprobación, en 2014, del Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana.
También ha advertido a PP-A y Vox de que
“terminarán pagando” por esta iniciativa, pero ha lamentado que el “precio” por las consecuencias de esta proposición de ley lo van a pagar “la credibilidad internacional de Andalucía en materia medioambiental, la imagen de marca de nuestra producción agrícola” y la potencialidad de Huelva y su entorno como “destino turístico”.