Hay “toda la voluntad del mundo” pero ahora mismo solo hay un “inicio de diálogo” y si no se llegara a un acuerdo, la ley sobre los regadíos en el entorno de Doñana se aprobaría a final de mes.
Así de claro se ha mostrado este miércoles el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en declaraciones a los medios en Huelva, después de que el martes compareciera junto a la vicepresidenta tercera del Gobierno y Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico en funciones, Teresa Ribera, para anunciar que se iban a poner a trabajar para, en el plazo de cuatro semanas, intentar buscar una solución al problema de Doñana.
El primer anuncio de Moreno este martes fue posponer la tramitación en el Parlamento de Andalucía de la proposición de ley sobre los regadíos, pero como ha recalcado este miércoles, solo se ha pospuesto: “La ley sigue, no está retirada, simplemente ha sido pospuesta. Si no se llegara a un acuerdo, la ley se aprobaría a finales de octubre. Lo único que hay es un inicio de diálogo en el que vamos a poner lo mejor de nosotros mismos pero si finalmente no llegáramos a un acuerdo, la ley se aprobaría tal cual”.
No obstante, se ha mostrado esperanzado en que se logre ese acuerdo que, pasa obligatoriamente por el beneplácito de los agricultores afectados. Al hilo, ha apuntado que “si los agricultores se quedan satisfechos, nosotros también”.
Por tanto, se abre ahora un horizonte de cuatro semanas que será clave para el futuro del entorno de Doñana, un tiempo en el que Moreno asegura que “nos vamos a volcar con máxima determinación e ilusión”, con la esperanza de que “todas las partes queden satisfechas: economía, sector productivo agrícola en Huelva, los afectados, los ecologistas…”
Lo que tiene claro el presidente andaluz es que la protección de Doñana tiene que contar con el apoyo de su entorno y “para ello es necesario un equilibrio entre sostenibilidad, protección del medio ambiente y desarrollo económico y social”.