"Las fresas de Huelva son sanas, seguras y sostenibles". Así de tajantes han sido los agricultores que
este viernes han repartido 2.000 tarrinas en la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, para rematar una campaña estatal que trata de poner en valor esta fruta española y fomentar su consumo.
"Queremos poner en valor un producto español, andaluz y de Huelva, lugar donde se produce el 98 % de la fresa en toda España", ha indicado el responsable de coordinación sectorial de Unións Agrarias, Félix Porto, ante los medios de comunicación y decenas de compostelanos que, a pesar de la lluvia, se acercaron atraídos por el olor de esta fruta.
Tras la
alerta sanitaria que tuvo lugar en marzo por un lote de fresas con hepatitis A procedente de Marruecos que había llegado a España, se produjo un parón en el sector a nivel nacional.
De ahí que este año, desde el mes de marzo, el sindicato Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) comenzara a desarrollar una campaña en favor del consumo de la fresa, que
se inició en Sevilla y recorrió ciudades como Madrid, Valladolid, Zaragoza, Valencia e incluso llegó a Bruselas.
"Los productos españoles tienen que cumplir una trazabilidad, una garantía y una seguridad alimentaria y sanitaria. Se marcan unas pautas y unos estándares desde la Unión Europea, el Gobierno central y los gobiernos de las distintas comunidades autónomas", ha advertido Porto.
Por ello, desde UPA
exigen poner en práctica las llamadas cláusulas espejo, de manera que los países extranjeros que importen productos a la Unión Europea lo hagan con las mismas condiciones, exigencias y estándares que se piden para los productores comunitarios.
El secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra, ha reconocido que
tras la alerta sanitaria por el lote de fresas de Marruecos hubo un parón en el mercado nacional, pero que los agricultores reaccionaron "rápidamente" con una campaña que buscaba poner en valor el origen de producto.
"Muchas fruterías están regentadas por personas de países terceros y
mucha gente desconfiaba del origen, pero en su mayoría las que venden son de Huelva", ha explicado.
Según ha comentado, apenas existe competencia en el mercado, ya que
la fresa de Marruecos entra en los meses de enero o febrero, pero ahora mismo "casi el 100 % es nacional".
"Hay que ser patriota también en el consumo y comprar fruta de aquí", ha señalado Piedra, que ha querido recordar la realidad de muchos agricultores, a los que pagan aproximadamente 1,20 euros por la tarrina de fresas cuando en los supermercados o fruterías se vende a precios que oscilan entre los cinco y los seis euros.
Por su parte, el secretario xeral de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, ha reiterado la "garantía" que ofrece un producto como la fresa de Huelva y ha recordado que si el lote de Marruecos en mal estado no llegó al mercado es "precisamente por los estrictos controles" que hay en la Unión Europea.
Ha querido reconocer el trabajo de "miles de agricultores que se levantan a las seis de la mañana para producir salud" en un sector, como es el de los frutos rojos, que es "moderno y pujante" y en el que "se respetan las condiciones de trabajo" y se pagan "salarios dignos".
Además de las cláusulas espejo, Cano ha recordado que los sindicatos agrarios han llegado a un acuerdo con el Ministerio de Agricultura para poner en marcha grupos de trabajo que realicen "un seguimiento y un control" de las importaciones que vengan de terceros países y las condiciones en las qué vienen sus productos.