Primero fue La Merced, y ahora es la asociación de vecinos Juan Riquelme, en Viaplana, la que se ve en la calle por culpa de los reiterados impagos del Ayuntamiento, que han provocado que las asociaciones que no tienen sede en un edificio municipal, no puedan hacer frente al pago del alquiler.

En el caso de Juan Riquelme, la asociación debe al dueño del local, sito en la calle Estrabón, un año y medio de alquiler, que se traduce en más de 20.000 euros. A mediados de mayo cumplió el contrato de arrendamiento, que no se ha renovado porque la asociación no puede hacer frente al pago del alquiler y parece que el Ayuntamiento no tiene intención de pagar a corto plazo el dinero que adeuda a las asociaciones para abonar el alquiler de sus sedes.

En declaraciones a Viva Huelva, la presidenta de la asociación, Juana Ordoñez, ha explicado que han decidido abandonar el local, una vez vencido el contrato de alquiler, para no verse en los juzgados como la asociación de La Merced, que fue denunciada por los propietarios por impago y, además de pasar ese mal trago, fueron desahuciados y podrían tener que pagar las costas procesales.

En este sentido, Ordoñez matiza que “los propietarios se han portado muy bien, porque además de haber tenido tanta paciencia, nos han dado dos semanas para que podamos desalojar el local con calma”. Además, asegura entender la postura de los dueños del local, ya que “tienen ya a alguien que les alquila el local y que, además, va a pagar”.

Pese a que el Ayuntamiento anunció en su momento que buscaría una solución a las asociaciones con sede en alquiler mediante la reubicación en edificios municipales, como en el caso de La Merced, tampoco hay por el momento espacio para Juan Riquelme, de modo que, de manera temporal, recibirá a sus asociados en la sede de la Federación Tartessos, en la avenida de Andalucía.

La historia se repite, y ya son dos las asociaciones que se han quedado sin sede y sin reubicación. Mientras, Juan Riquelme repartirá todas sus pertenencias como bien pueda. Este jueves se producirá oficialmente el desalojo, y a las 11.00 horas protagonizarán una concentración en las puertas de la sede para protestar por la situación que están atravesando.

Para el Ayuntamiento, Ordoñez solo tiene reproches: “nos han defraudado, nos han faltado el respeto, nos han decepcionado y nos han engañado, porque dijeron que nos reubicarían”.

Tartessos
Mientras, al presidente de Tartessos, Francisco Ruiz, se le acumula la tarea en su sede, que se ha convertido en la única solución para las asociaciones federadas.

Sin embargo, la situación tampoco es muy buena allí, ya que también ocupan un espacio en alquiler y llevan dos semanas sin luz porque el Ayuntamiento ya no se hace cargo. El 5 de junio la asamblea celebrará asamblea para abordar los pasos a seguir, porque “el Ayuntamiento se está cargando el movimiento vecinal”.