A vueltas con Emtusa

No se puede estar un día hablando de transporte público sostenible, y al siguiente, dejar morir la empresa que presta este servicio. No es nuevo que corren malos tiempos para la empresa municipal de transportes urbanos de Huelva (como para otras muchas de otras ciudades andaluzas), aunque no por eso deja de ser preocupante el incierto porvenir que algunos auguran para la misma. Comprendemos que sus trabajadores deben estar bastante fastidiados después de que han visto como se les reduce la nómina (el trabajo sigue siendo el mismo) un 30 por ciento para, a pesar de ello, llevarse la sorpresa de que el abono de los sueldos vuelve a retrasarse (además de quedar deudas anteriores pendientes) y encima, se hace un pago parcial sólo. Así las cosas, no es de extrañar el toque de atención que dos grupos políticos municipales de la oposición, PSOE e Izquierda Unida, dieron ayer al equipo de gobierno, al que entre otras cosas, se vuelve a exigir, por un lado que cuente con los trabajadores, que consulte con ellos, que saben de cerca lo que hay, lo que no, lo que se puede y lo que se debe hacer, y por otro lado, que con ellos se adopte un plan de viabilidad que asegure el presente y el futuro de una compañía, que no hay que olvidarlo, realiza un servicio público fundamental para decenas de miles de personas, un servicio básico que además, hay que potenciar con buenos itinerarios y buenos vehículos.