Manuel Barroso, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Cartaya que el pasado 5 de enero encarnó a Baltasar en la cabalgata de Reyes de la localidad y que ha sido denunciado por una vecina tras recibir el impacto de una peonza, ha asegurado que puede demostrar que no tiró esos objetos.
En declaraciones a Efe, el alcalde de la localidad, Juan Polo, ha precisado que a pesar de que ha interpuesto la denuncia contra esta persona, la vecina, con la que se ha reunido esta mañana, le ha asegurado que "no sabe quien la lanzó, que ella vio salir una peonza de la carroza del rey negro y sólo eso".
Ha señalado que en dicha carroza había junto a Barroso otras quince o veinte personas y que el concejal "puede demostrar que no ha tirado peonzas, que sólo lanzó caramelos y pelotas como demuestran las facturas de compra".
Polo ha explicado que se va a poner en contacto con la asociación municipal que organiza la cabalgata de reyes, ya que el Ayuntamiento se limita a poner las carrozas y garantizar la seguridad, no a la organización, para que "vayan a ver a esta persona y se aclare la situación".
Una situación que el primer edil ha calificado de "lamentable", al tiempo que ha precisado que si se hubieran "dado cuenta de que se estaban lanzando trompos desde las carrozas se hubieran prohibido inmediatamente, precisamente, porque pueden lesionar a la gente, porque es una irresponsabilidad".
Ha indicado que la vecina denunciante le ha manifestado que "hubo mucha gente que cogió esas peonzas durante la cabalgata, aunque no ha habido nadie más que haya hablado de ello ni ningún otro lesionado que lo haya manifestado".
La vecina afectada, de 40 años, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil contra el Rey Baltasar tras sufrir un traumatismo craneal, debido, según su relato, al lanzamiento de una peonza desde su carroza que le impactó directamente en la cabeza.
Los hechos tuvieron lugar antes de las 20 horas de la tarde del 5 de enero, durante el recorrido de la cabalgata de Cartaya, sintió "un gran golpe en la cabeza" que la dejó mareada y la tuvo que sujetar su marido para no caerse, por lo que recibió las primeras asistencias en el centro de salud de la misma localidad y posteriormente en el hospital Infanta Elena de Huelva capital.
