La coeducación o educación en igualdad es tan importante en el IES Francisco Garfias de Moguer que ya no saben qué mas hacer. Y no lo deben estar haciendo mal, puesto que su directora, Felicidad Sánchez, ha sido premiada por la Junta de Andalucía.
Sánchez recogió este lunes de manos de la presidenta Susana Díaz el Premio Meridiana, un reconocimiento a la defensa de la igualdad de género, en su caso en la categoría de ‘Iniciativas que promueven el desarrollo de valores en defensa de la igualdad entre las personas o empresas jóvenes’, y en concreto por promover la igualdad en su labor educativa, a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Según ha explicado Sánchez a Viva Huelva, el primer paso fue difundir todas las actividades que hacían en el centro en pro de la igualdad de género a través de la página web del instituto. El siguiente paso, en 2005, fue crear un blog específico sobre el tema, y “así surgieron las TIC dentro del trabajo en igualdad”.
Así se logró llegar al alumnado, pero no al entorno familiar, y es ahí cuando surge la revista de coeducación con la que la comunidad docente del instituto promueve su proyecto de educación en igualdad y no discriminación por razón de sexo. La publicación, de carácter anual y que nació en el curso 2009/10, se reparte a cada alumno pero “ya no va dirigida tanto a promover actividades de igualdad en el centro, sino a intentar que las familias colaboren en esa educación en igualdad”.
Ese es el gran reto, llegar a los padres. “Hay que incidir mucho, pero cambiar los estereotipos y hacer que las familias se olviden de conceptos tradiciones y machistas es muy difíciles”, explica Sánchez, que reconoce que “los logros no los vemos tanto, pero en el camino estamos”.
Cambios en el alumnado
Sin embargo, sí puede presumir de ver grandes avances en el alumnado. “Se ven bastante cambios, nuestros chicos y chicas están acostumbrados a trabajar en común, en igualdad de condiciones, y sale de forma espontánea; las chicas se apuntan a las mismas actividades que los chicos, los grupos son paritarios, con lo que la igualdad de oportunidades la estamos ya, si no ganando, por lo menos intentando”.
Por ello, este premio es un orgullo, no sólo para ella, que “ni lo sospechaba ni lo esperaba, por lo que me ha hecho una ilusión tremenda”, sino para todo el instituto y para el centro, pues “somos un centro pequeñito, y darnos cuenta de que se reconoce la labor que estamos haciendo, es un orgullo para todo el profesorado”.
En cuanto a qué más hacer, ni ella misma lo sabe, pues “ya no podemos hacer más, hemos diseñado un currículo coeducativo, unidades didácticas visibilizando a las mujeres, jornadas interculturales, hemos revisado libros de texto, e incluso hemos escrito a las editoriales”. Todo un ejemplo de que, cuando se quiere, se puede.