La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha incidido en la "sensible" mejora que en los informes del último año se recoge respecto a la masa del acuífero Almonte-Marismas que corresponde a la zona del arroyo de la Rocina, "fundamental" para el espacio natural de Doñana y con "grandes expectativas", debido a las medidas de ahorro de agua promovidas por la administración en los últimos tiempos.
En una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de la CHG, Antonio Ramón Guinea, ha expuesto que de las cinco zonas en las que se divide la gran masa de agua original, dos se declaran en buen estado y las otras tres en "peor que bueno", siendo no obstante el estado de La Rocina mejor "no tanto por la lluvia, que no ha sido muy alta", sino por iniciativas vinculadas al Plan de Regadíos de la Corona Norte Forestal como el cierre de pozos ilegales por parte de la confederación y la Junta --unos 400 entre las dos administraciones, a pesar de que aún quedan "centenares" abiertos-- o el control de determinados riegos.
Ramón Guinea ha hecho hincapié en la compra de la finca Los Mimbrales por el Estado, ya que se deja de regar una superficie "muy apreciable", y la aportación de agua de trasvase a la Comunidad del Fresno, desembocando en un ahorro de cinco millones de metros cúbicos al año de agua superficial.
En cuanto a los riegos, se encuentran ya regularizados en la zona del Fresno, en proceso de entrega de las últimas conclusiones, mientras que el organismo se mantiene "a la espera" en el caso de Almonte, pues "falta la confirmación de algunas hectáreas que la Junta no tenía terminado de definir si podrían ser o no agrícolas: nos falta terminar de recibir la documentación de la propia comunidad de cuáles son las obras y las actuaciones necesarias para los cambios de agua".
Otro asunto pendiente es el trasvase de 15 hectómetros cúbicos desde Huelva, implicando a los sistemas de Guadiana, Cuenca Atlántica Andaluza y Tinto-Odiel-Piedras. "Estamos ahora generando la última definición técnica, hay que terminar de valorar cuáles son las obras necesarias y la incidencia ambiental, y cuando esté terminado lo pondremos a disposición del Parlamento", ha expuesto el presidente de la CHG.
El responsable del organismo de cuenca se ha pronunciado sobre la versión que ofrecen los colectivos ecologistas y conservacionistas sobre la sobreexplotación de la masa de agua en Doñana, especialmente del acuífero 27. "La realidad está ahí, en Doñana llueve lo que llueve y el agua superficial es la que hay", sostiene Ramón Guinea, que ha admitido que el acuífero necesita protección, "y para ello trabajamos con informes profundos y serios de cuánta agua podemos extraer".
Sin embargo, "quizás desde los grupos ecologistas a veces se busca una forma de resolver mucho más visible, pero cuando dicen que se debería declarar la sobreexplotación, eso acabaría por llevar a lo que ya estamos haciendo, a cerrar pozos, reducir dotaciones o no conceder nuevos riegos", ha concluido.