El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la sentencia emitida por la Sección Primera de la Audiencia de Huelva que condenaba a entre cuatro y nueve años de prisión a ocho varones, con edades entre 31 y 36 años, por delitos contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud en cantidad de notoria importancia y por delitos de pertenencia a grupo criminal que traficaba cocaína para lo que contaba con un laboratorio en un piso ubicado en el barrio de Pescadería, en la capital onubense, y que fue desmantelado por la Guardia Civil en febrero de 2015.
Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el alto tribunal no ha aceptado los recursos de casación interpuestos por las defensas y ha confirmado la sentencia en su totalidad al entender que "las penas están motivadas debidamente y no existen datos para la apreciación de la modificación que alegan los recurrentes".
En concreto, a cinco de ellos los condena a ocho años de prisión para cada uno por delitos contra la salud pública, en cantidad notoria, --a uno de ellos, el considerado el cabecilla, a seis meses más por reincidente-- y a un año por pertenecer a un grupo criminal, mientras que al resto los absuelve del último delito condenándolos a cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño a la salud --y a nueve meses más a uno de ellos también por reincidente--. A su vez, condena a todos al pago de multas que alcanza los 800.000 euros.
Básicamente las defensas alegaban en sus escritos que sus clientes habían sufrido la vulneración de derechos fundamentales; del secreto de las comunicaciones telefónicas y del derecho a un proceso con todas las garantías legalmente establecidas, entre otros.
No obstante, el Supremo considera probado que cinco de los condenados eran integrantes de un grupo criminal que, de manera reiterada y con un evidente ánimo de lucro, ha perpetrado actos de transporte, elaboración, preparación, distribución y venta de cocaína, y los otros tres les compraban cocaína para venderla sin que tuvieran alteradas las facultades intelectivas de ninguno de ellos.
La sentencia remarca que en un piso de la calle Hermenegildo de la Corte, en el barrio de Pescadería, se desmanteló el citado laboratorio donde se intervinieron entre útiles para la preparación de la droga, casi diez kilos de precursores, compuestos por cafeína, lidocaína o fenacetina, entre otros, y bolsas de plástico que contenían cocaína con distintos grados de pureza y en cantidad superior al kilo y medio.
El tribunal considera cabeza de la trama a F.J.D.A., del que señala que dirigió a un grupo de personas dedicado al transporte de alijos de varios kilogramos de cocaína desde la provincia de Sevilla hasta esta capital, para su posterior preparación y venta a suministradores a su vez de otros vendedores al por menor, todo ello sin perjuicio de que por los componentes del propio grupo se efectuaran también actos de venta de la droga a consumidores finales.
Era la primera vez que la Guardia Civil desmantelaba un laboratorio de cocaína en la capital y ese mismo día se registraron hasta nueve viviendas simultáneamente en distintos puntos de Huelva capital, Aljaraque, Punta Umbría y Almonte.
La Guardia Civil se incautó en esta operación de más de 20 teléfonos móviles, de casi 20.000 euros en efectivo, nueve vehículos de alta gama y una moto de gran cilindrada, diversas cantidades de marihuana y hachís y mucha cocaína en todos los pisos registrados. Cabe recordar que durante el juicio estos ocho acusados negaron los hechos.