La investigación de la Guardia Civil apunta a que Bernardo Montoya agredió sexualmente a Laura Luelmo en su casa situada en la calle Córdoba de la localidad onubense de El Campillo. Esto contrasta con la primera declaración del presunto homicida que dijo que “intentó” violar a la joven pero que no lo consiguió porque ella estaba inconsciente.
La Guardia Civil ha encontrado restos de sangre en la vivienda del detenido que intentaron ser eliminados con lejía, con el fin de acabar con pruebas determinantes en la investigación. También se analiza su coche, de la marca Alfa Romeo y de color negro, para encontrar restos biológicos y comprobar si trasladó en su interior el cuerpo de Laura a la zona en la que fue encontrada el pasado lunes.
Los agentes hallaron en la noche del miércoles al jueves una manta con restos de sangre de la profesora del IES Vázquez Díaz de Nerva. Esa manta se encontró en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, lugar en el que apareció el cadáver de la joven, a escasos cinco kilómetros de El Campillo.
Asimismo, también se ha encontrado una bolsa de plástico con las llaves del coche de Laura -un Kia de color azul que está situado a escasos metros de la calle Córdoba- y enseres de higiene en un contenedor que se encontraba en el camino de acceso al cementerio de El Campillo. El logro de dar con estos objetos fue gracias al interrogatorio sometido a Bernardo Montoya en la madrugada del martes.
Tanto la vivienda la vivienda de Laura como la de su presunto homicida, situadas frente a frente en la misma calle, están siendo analizadas aún por agentes de la Guardia Civil y miembros de la Unidad Central Operativo (UCO).
Fuentes de la investigación han asegurado este jueves que no tienen pruebas concluyentes sobre el lugar exacto en el que Bernardo violó a Laura, sólo que la mató por un fuerte golpe en la frente, utilizando para ello un objeto contundente.
La confesión del autor del crimen está repleta de engaños, ya que mantiene que no violó a Laura, y de inexactitudes, de ahí que se siga investigando qué ocurrió entre el miércoles 12 de diciembre, día de la desaparición de la joven, y el 14 o 15 de diciembre, los días en los que podría haber muerto Laura tras las conclusiones conseguidas del informe preliminar de la autopsia.
El cadáver de la joven se encontraba boca abajo a las afueras de El Campillo semioculto entre arbustos. Un voluntario que participaba en la búsqueda alertó a la Guardia Civil tras haber encontrado prendas de mujer. Luego se sabría que era el de Laura.