Entre los resultados de este trabajo de la UHU destaca que son "mucho más conscientes de lo que suponemos" y se han mostrado preocupados por sus abuelos
El confinamiento decretado por la pandemia del Covid-19 ha servido para conocer la elevada resiliencia de los niños y adolescentes ante la situación creada, según el estudio "Infancia confinada", elaborado por los sociólogos Marta Martínez e Iván Muñoz, y la abogada Gabriela Velázquez.
El objetivo del estudio ha sido conocer cómo han vivido niños de entre 10 y 14 años el confinamiento decretado a causa de la pandemia, según ha informado la Universidad de Huelva en un comunicado
Iván Rodríguez, profesor de la Universidad de Huelva (UHU) y especializado en el estudio sociológico de la infancia y las nuevas tecnologías, ha desgranado en el ciclo 'Diálogo UHU' los resultados de esta investigación.
La metodología seguida partió de un cuestionario que se lanzó por las redes sociales el pasado 21 de marzo, para conseguir respuestas anónimas de niños de entre 10 y 14 años, y lograron recabar la opinión de 425 niños y cubrir casi todo el territorio nacional, dado que han contestado niños de casi todas las regiones.
"El estudio tiene un carácter exploratorio, debido a que no se trata de una muestra formal o estadísticamente representativa en el sentido estricto del término. Pero sí es cierto que es el único estudio que se ha interesado por conocer la situación de niños y adolescentes en el confinamiento desde un plano social y cultural", ha comentado Rodríguez.
En cuanto a los resultados obtenidos, su responsable ha asegurado que, pese a que la población adulta tiende a imaginar a niños y adolescentes desconectados de la realidad, "son mucho más conscientes de lo que suponemos; por ejemplo, más de un 94 % de ellos ha declarado la necesidad del confinamiento, por lo que hay un compromiso y un acatamiento muy mayoritario del mismo".
Por otra parte, los participantes en el cuestionario también son conscientes de la gravedad de la crisis actual, puesto que "muchos temen que sus padres pierdan el empleo en unos meses, les preocupa que en la familia no haya suficiente dinero y, sobre todo, son chavales que han estado muy empáticamente conectados con las personas que han dejado de ver, fundamentalmente con los abuelos", ha apuntado.
Al mismo tiempo, en el estudio se detalla que la familia, en general, es también "la principal fuente de alegría" de los chavales, "el lugar interior en el que encuentran esa fuente de satisfacción".
Otro de los datos de interés detectado es que "los niños son seres bastante resilientes, puesto que la mayor parte de ellos dicen que "han estado tranquilos durante el confinamiento, pues entienden esta situación" pese a haber aflorado sentimientos de preocupación, tristeza o aburrimiento.
"Debemos estar orgullosos de cómo queda retratada la población infantil y adolescente en este estudio, pues es más resiliente de lo que muchos adultos suponen y ha sabido sobrellevar muy bien este confinamiento. Eso sí, en el interior de esa población hay chicos y chicas que son mucho más vulnerables a esta situación, con la que a partir de ahora hay que trabajar", ha concluido.