La jornada del Lunes Santo ha sido vivida con intensidad por los cofrades onubenses, que han visitado las cuatro cofradías que, habitualmente hacen su desfile penitencial en esta jornada y que, por segundo año consecutivo, no lo han podido hacer a causa de la pandemia.
En los respectivos templos se había preparado unos altares especiales con las imágenes de los sagrados titulares que, durante toda la jornada, recibieron innumerables ofrendas florales. También el obispo de la Diócesis, Monseñor Santiago Gómez Sierra, así como el acalde de la ciudad, Gabriel Cruz Santa, que estuvo acompañado por varios miembros de su equipo de gobierno, acudieron a los templos y tuvieron la oportunidad de conversar con las respectivas juntas de gobierno.
La Parroquia de Santa Teresa vivió una jornada especial en torno a la Hermandad del Perdón. Nuestra Señora de los Dolores no pudo hacer el último desfile procesional con el paso del Cristo puesto que el año próximo, si el Covid lo permite, saldrá ya con el palio de Nuestra Señora de los Dolores. Por la mañana se celebró una misa de hermandad y por la tarde se rezó el Ejercicio de las Cinco Llagas, así como la cuadrilla de costaleros realizó una ofrenda a los titulares de la corporación de La Orden.
Cerca de allí, en la Capilla del Cautivo, numerosas personas participaron en los actos organizados por la Hermandad del Cautivo. El templo permaneció abierto desde las 10 de la mañana hasta las 10 de la noche y fueron muchas personas, no solo del barrio de La Hispanidad, las que se acercaron a rezar ante la imagen del Cautivo, que lucía esplendorosa, y a participar en la ofrenda de claveles con fines benéficos que organizó la corporación. El obispo bendijo la nueva Casa Hermandad y, por la tarde, se celebró una misa. La hermandad había realizado un montaje en el que María Santísima Madre de la Misericordia lucía en el paso procesional Santo Cristo Cautivo, cuya imagen aparecía a una altura cercana a los fieles. Los candelabros del misterio y la candelería del palio iluminaron la escena.
Cientos de personas acudieron a la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús para vivir la jornada del Lunes Santo con la Hermandad de Tres Caídas, que celebró una misa de hermandad. Posteriormente, tuvo lugar el encendido del cirio votivo tras el rezo del Ángelus por parte del obispo. Por la tarde se produjo el rezo de las Caídas del Señor así como el de la estación penitencial.
Para la ocasión, el Cristo de las Penas estuvo entronizado en la nave principal del templo en su paso procesional y con las imágenes secundarias. El Cristo lucía la túnica del LXXV aniversario de la fundación de la cofradía así como la Medalla de la Ciudad, otorgada el pasado año.
Por su parte, la Hermandad del Calvario celebró a mediodía la misa preparatoria para la estación penitencial y, por la tarde, una meditación dirigida por José Manuel Barral, director espiritual del Consejo de Hermandades y Cofradías.