Mañana se cumplen 26 años desde que
asesinos de la banda terrorista ETA llevasen a Miguel Ángel Blanco a un bosque y le dieran dos tiros a bocajarro en la cabeza, arrebatándole la vida y sacudiendo a la sociedad española que rugió consternada por un acto deleznable más en una larga lista. Hoy en el Ayuntamiento de Jaén se le ha rendido homenaje al concejal de Ermua asesinado con la lectura de un manifiesto escrito por la fundación que lleva su nombre.
El acto lo ha presidido el alcalde, Agustín González, y se ha celebrado en el Salón de Plenos del Consistorio. Han estado presentes todos los concejales que después han posado junto a un cartel en el que podía leerse el lema
‘Ni podemos ni queremos olvidar’.
“Todas las víctimas del terrorismo son inocentes, y es un deber moral y político rendirles homenaje, reconocer su valía y defender su significación social”, ha rezado el manifiesto. Incide además en que defender la memoria del concejal contra el olvido es “defender el estado de derecho, propugnar la centralidad de las víctimas del terrorismo, reconocer nuestra pluralidad y cuidar nuestros acuerdos de convivencia libre y democrática”. Y aclara que el edil asesinado es “nuestro referente” por lo que es preciso “transmitir a los jóvenes su historia”.
El texto de la Fundación resalta que España tiene un largo historial de sufrimiento generado por el terrorismo. Y lo concreta en cifras: 1.541 víctimas mortales, cerca de 5.000 heridos y 167 secuestros terroristas, así como decenas de miles de extorsionados. También ha generado exilio la actividad terrorista, cuya amenaza, recalca el manifiesto,
“ha condicionado nuestra historia reciente”.