El Día Mundial del Turismo pasó ayer sin pena ni gloria por la capital jienense. Ni una actividad oficial convocada a nivel municipal ni por otras instituciones, aunque la Diputación sí se adelantó hace unos días inaugurando nuevas señales turísticas instaladas en la capital.
Pero claro, a falta de actos para conmemorar este día no faltó la típica confrontación política, con el rifirrafe entre el PSOE y el PP a cuento de lo mucho que queda por hacer en esta materia. Los populares acusan a los socialistas de desviar dinero del plan turístico durante su mandato, y los socialistas recuerdan que el gobierno del PP va a tener que devolver a la Junta la subvención del Plan Turístico por su no ejecución.
Es decir, un sector por el que todos claman pero donde nadie (o casi nadie) invierte de verdad. Bien harían los grupos políticos y las administraciones en arrimar el hombro en un tema que debe unir más que separar.
Retos como la declaración de la Catedral como Patrimonio Mundial, la potenciación de la Judería o incluso la declaración del Olivar como Paisaje Cultural de la Unesco (que promueve Diputación) son temas más que suficientes para ponerse a trabajar de la mano de un sector hostelero que demanda más compromiso y menos peleas.
