Sus dibujos tienen personalidad y se reconocen desde el primer momento en el que se ven. Ella tiene identidad artística y sus trabajos, ilustraciones infantiles y de adultos, plasman la realidad más cercana de quien la recibe, especialmente como regalo, pues son únicas e irrepetibles.
Esther Martínez Lendínez (Jaén, 1974) se formó en Dibujo Artístico en la Escuela de Arte José Nogué, siendo su profesor el reconocido pintor Francisco Carrillo. “Aunque me formé, en parte, soy autodidacta. Si toco otras disciplinas es porque en mi familia siempre ha habido inquietudes artísticas”, dice.
Y es que su padre es el reconocido pintor Juan Antonio Martínez Pozo y su abuelo, también lo fue. “En mi casa siempre han habido las herramientas para que cualquiera de nosotros dibujáramos y desde pequeña las he usado. Mi padre me apoyó. Vio mis posibilidades y mis ganas”, recuerda.
Tras años dedicada a otra profesión, ha decidido apostar por la que siempre fue su pasión. Desde hace poco más de cuatro años, comenzó a darse a conocer y mostrar su trabajo en redes sociales y a través de un blog. “El uso de las redes ha sido fundamental, por su capacidad de transmisión. Son una ventana abierta. El 70% de los encargos me llegan a través de las redes”, confirma.
Ha creado la marca ‘Emartinarte’ y su nombre suena en Jaén. Se ha profesionalizado en un trabajo artístico, no exento de originalidad.“Siempre he dibujado y he creado de forma íntima, muy personal, para mi y los míos”, dice. Ahora sus trabajos llegan a todo el que busque una creación especial y con personalidad. Realiza ilustraciones para cuentos, acuarelas ilustradas con personajes de cuentos, collages infantiles para decorar un dormitorio con sueños y juegos, y acuarelas personalizadas. Sus creaciones se convierten en regalos originales y únicos.
“Trabajo más para fuera que para los propios jienenses. En Jaén cada vez hay más oferta y talento, pero hay menos demanda. Aquí cuesta que reconozcan el valor de este tipo de trabajo”, reconoce.
Los cuentos personalizados fueron de sus primeros trabajos. Crea la historia, hace el dibujo, lo maqueta y lo lleva a imprenta. “Requiere muchas horas de trabajo y el conocimiento de la persona en el que está inspirado. Se crea un gran vínculo con la persona que lo encarga, para conocer qué historia hay detrás y poder plasmarla. No hay dos cuentos iguales”, garantiza.
Y lo mismo ocurre con las ilustraciones infantiles. “Ilustro infantil desde que soy madre. Comencé a escribir e ilustrarle a mis hijos y me generó mucho placer”, recuerda. No hace retratos. Sus ilustraciones las crea a partir de composiciones en las que el menor se reconoce, con detalles de su dormitorio, artículos personales, prendas de vestir e incluso aficiones. Muchas sirven de recordatorios de comuniones, por ejemplo. “Lo mejor es cuando me dicen qué han opinado de mis ilustraciones los niños. Que se identifiquen con lo que he creado para ellos es lo mejor de mi trabajo”, reconoce.
Y la dulzura que transmite en las ilustraciones infantiles también se plasma en las que realiza para adultos, donde su fuerza artística se palpa en detalles como los ojos.
Su lápiz traza, pero a la vez transmite, mientras que la acuarela da color a sus ilustraciones, con tonos siempre claros. Son señas que hacen que sus creaciones sean reconocibles, incluso las que abordan temas sociales, en el que el tono reivindicativo siempre está presente.
En sus dibujos, el rostro femenino es el protagonista y también hace un guiño al feminismo. Como artista, considera que “la mujer tiene una identidad artística propia y una forma de expresar única” y ella camina en esa línea. “Busco expresarlo a través de mis dibujos, que se vea”, explica. Su pretensión como dibujante es “evolucionar personalmente, crecer como persona”.
Considera que “el arte sana” y cuando crea, ella se cura. “Al dibujar saco lo bueno y lo malo. Es como si me reseteara”, valora. Ha participado en exposiciones con otros artistas, con ‘Ágora’ y ‘Metáfora’, entre otros colectivos, en espacios como la Biblioteca o el Museo Provincial.
Ahora trabaja en el montaje de una exposición individual en la capital, donde mostrará alrededor de 30 ilustraciones de mujeres, en acuarela y dibujo. Será en otoño cuando su carta de presentación en solitario en la capital se materialice.
