—¿Cómo se encuentra de salud?
—Ahora va a ser un año de la última operación, siendo la undécima. Mientras vaya saliendo es importante, porque soy de los que piensan que estoy aquí de propina. Cada día que amanece desde 1995, aunque sea un día como hoy con este temporal de lluvia, viento y frío, es un día precioso.
—Después de tantos años en política activa, ¿cuál es su ilusión actual?
—Llevo 15 años trabajando con el tema de Marruecos, primero como alcalde y después como oficina de cooperación. Este proyecto es precioso y será tan grande como queramos. El 7 de febrero se cumplirán dos años de la Fundación Dos Orillas. La ilusión es que este proyecto se asiente, al ser el interlocutor cultural y de la asistencia social en ambas orilla.
—Los comienzos fueron titubeantes, pero ya brilla con luz propia.
—Afortunadamente en exposiciones tenemos reservado hasta junio del próximo año. Y en cuanto a presentación de libros, tenemos media docena pendientes más la revista Tres Orillas. No hemos tenido tiempo, ya que no hacemos actividades solamente en Algeciras sino en la otra orilla, en Málaga, Ronda o Sevilla.
—Siendo alcalde siempre llevaba los temas culturales de Algeciras.
—Siempre he llevado Cultura y Universidad porque me encanta, pero no con la dedicación que requieren. Un alcalde no puede tener la misma dedicación como si fuese exclusivamente delegado de estas áreas. Pero desde un punto de vista incluso egoísta, es mucho mejor y más interesante que un alcalde lleve Cultura y Universidad antes que Urbanismo y Hacienda. No sé por qué, a los alcaldes, a unos les gusta llevar Urbanismo y a otros Hacienda.
—Está haciendo lo que le gusta pero ¿sigue y vive la política?
—Reconozco que soy un animal político de siempre y la política la sigo al día. Escucho los informativos y me leo siete periódicos diarios. A veces me dan ganas de salir y reventar más de una cosa por la cantidad de tonterías que escucho. Pero lo que estoy haciendo me encanta y me llena.
—¿Último proyecto de la Fundación Dos Orillas?
—Comenzó hace un par de semanas en Tetuán con el zéjel. Cuando escuchas una poesía morisca nuestra que se fue para el otro lado, y primero la lee un marroquí en árabe y después el rabino en lengua romance, piensas que a partir de ahí podemos empezar con el zéjel una cosa importante. Después el que quiera que se apunte. Dentro de un año saldrán 20.000 que han hecho zéjel de toda la vida.
—¿Qué otra campaña realizan?
—Realizamos una recogida de juguetes de plástico sin pilas, para entregarlos el 12 de enero a los niños pobres de Zinat, Austan y de barrios marginales de Tetuán.
—Ha llegado el momento de tratar su gestión como alcalde.
—Sin problemas, adelante y pregúntame lo que quieras.
—¿Qué se encontró en el Ayuntamiento nada más tomar posesión por primera vez?
—Nada más hacerme cargo del Ayuntamiento un 30 de octubre de 1991, no había ni un duro para pagar las nóminas, siendo la Diputación la que resolvió el problema. Pero después, siendo yo alcalde, nunca se ha dejado de pagar las nóminas, incluso en la Feria se ha intentado pagar antes.
—¿Logros conseguidos en el campo de la cultura?
—Quiero recordarle a todo el mundo que el Ayuntamiento de Algeciras es el único de toda España que tiene escuelas propias como pueden ser Turismo, Trabajo Social o la Facultad de Derecho. Aquí estamos adscritos a la Universidad de Cádiz y, a pesar de todo lo que se diga sobre campus tecnológicos, hasta hoy la adaptación del edificio del Hospital Militar al plan Bolonia lo está pagando el propio Ayuntamiento.
—¿En qué no se ha equivocado?
—Hoy estamos con Gibraltar y se está utilizando el aeropuerto. Yo decía hace 12 años que era un tema de forma y no de fondo. También hablaba del Puerto de Tánger, costándome eso un disgusto gordo en el Puerto de Algeciras, porque me decían que era complementario y yo decía que era fundamental que tuviésemos el enlace de Bobadilla. Y, todavía estamos hablando de ese enlace ferroviario. La universidad la hemos traído. Que ahora va a pasar al campus tecnológico, de escándalo, porque eso es lo que queríamos, porque para eso hemos trabajado. Lo malo es que no hubiésemos trabajado.
—Se piensa, se comenta y se rumorea que tanto usted como su concejal delegado de Urbanismo José Ortega Andrades, dejaron a Algeciras arrasada.
—En ese aspecto le puedo decir que hasta ahora mismo los proyectos que se están terminando, incluido el de Sotorrebolo, forman parte del trabajo del equipo de Gobierno municipal anterior. He leído los resultados de la Barriada del Arroz, que ha costado 9,5 millones de euros más de lo previsto. Pero ese contrato se firmó en 2005 y yo fui alcalde hasta 2003. Entonces el que se haya perdido tanto tiempo en el montón de años que han pasado, ha influido en que cueste mucho más.
—¿Muchas luces y sombras en la Barriada del Arroz?
—Hay luces y sombras y ha habido fallos, porque se equivoca el que trabaja y el que no trabaja no. Siempre he dicho que prefiero equivocarme por poner pasión en las cosas, a no equivocarme por no poner ninguna pasión.
—¿Tiene la conciencia tranquila sobre la Barriada del Arroz y el Corte Inglés?
—Tengo la conciencia totalmente tranquila sobre esos asuntos. Sobre la Barriada del Arroz se lo acabo de explicar. Le recuerdo a todo el mundo, que aquello fue una decisión colectiva de todo el Pleno municipal. Y la decisión colectiva no era porque se estuviera construyendo El Corte Inglés, es que las casas de la Barriada del Arroz no tenían cimientos porque eran de arenisca con sal. Y el que hoy pase por allí y vea la Barriada del Arroz, eso es lo que tiene que pensar. Y si ha costado más dinero al final es porque se han tardado más años en terminar y ha habido que pagarle muchos años a gente que ha estado viviendo de alquiler. Pero la Barriada del Arroz es una de las mejores cosas que se han hecho en Algeciras.
—¿La Escalinata?
—Mire usted, también estoy contento con La Escalinata. Que nos hemos o no nos hemos equivocado, pues siga usted andando por La Escalinata, llegue hasta la Audiencia Provincial y desde allí observe el parking Verboom, que es exactamente igual que La Escalinata con tres plantas bajo rasantes. Y de eso no ha dicho nadie nada. La foto es magnífica y verá que es exactamente igual que la antigua escalinata. La Escalinata no tiene ninguna otra historia. Además, le recuerdo a todo el mundo que La Escalinata era un monumento franquista que conmemoraba el paso del Convoy de la Victoria, que eran las tropas de Franco.
—¿Qué hay sobre las viviendas construidas en la Plaza Mayor? Con esos dineros que hay por ahí. Su concejal de Urbanismo, José Ortega, creo que defendió a la empresa constructora y usted como alcalde fue citado a declarar al juzgado.
—Curiosamente un cuarto de horas antes de ir a la cita del juzgado se aplazó. Le estoy hablando del día después de la Virgen del Carmen el 17 de julio del año pasado. A mí se me llamó para que hablara sobre esto y luego resulta que faltaban una serie de datos. Ha pasado ya año y medio no habiéndose hablado nada más de eso. Siéntate a la puerta y espera el cadáver de tu enemigo pasar. Y tendrá su solución y ya se verá.
—¿Usted firmaba los asuntos y decretos por decisión personal como alcalde?
—¡Hombre!, cuando se dice que esto o aquello lo ha firmado un alcalde por decreto, ese decreto no lo hago yo porque lo hacen en el departamento que corresponda. Y para que el alcalde firme un decreto antes ha firmado el Secretario General.
—¿Así fue lo del complejo de Botafuegos, que tanto está dando que hablar?
—Quise acelerar el caso de Botafuegos dando la licencia por decreto, pero el decreto me viene hecho y preparado. Lo de Botafuego está ahí y creo que lo que se ha hecho es una gran cosa para Algeciras. Los problemas de después, pues mire usted, le vuelvo a repetir que el decreto no lo hago yo en mi casa y a mí me lo preparan. Y antes de que yo lo firme lo ha firmado el Secretario General.
—En cuanto a que vendió el agua, ¿qué opina?, porque además la quiso embotellar.
—El agua es lo mejor que tenemos en Algeciras. Y sí señor, efectivamente, quise embotellar el agua de Chorrosquina. Pero aquí hay que recuperar la memoria histórica de todo. Porque de tener doscientas averías diarias y un solo coche para arreglarlas con siete trabajadores se pasó a tener una empresa moderna, la que no habrá sido tan mala, porque el equipo de Gobierno actual la ha renovado por veinte años más.
—Existen numerosas quejas sobre lo cara que es el agua en Algeciras.
—Yo estoy con Emalgesa encantado, porque es un pedazo de empresa que responde a cualquier historia solucionando absolutamente todos los problemas, además el agua de Algeciras no es cara ni mucho menos.
—En Urbaser, ¿también lió usted el taco?
—-¡Hombre!, qué va. Se lo advertimos en su día estando de coalición con el Gobierno del PSOE de Juan Antonio Palacios. Nosotros votamos a favor de hacer pública la empresa, por lealtad porque estábamos en un equipo de Gobierno. Pero nosotros decíamos que era un error hacer eso. Aquí se habla de la deuda de Urbaser, no señor, porque es la deuda que viene anterior con Sogeresa. La deuda que había bastante grande era de Sogeresa que era la antigua empresa de limpieza y esa deuda la recoge Urbaser. Pero con Urbaser han sido los mejores años de la limpieza en Algeciras. Y además con una garantía, porque a final de mes todos los trabajadores cobraban. Y la ruina actual del Ayuntamiento de Algeciras está en los 20 millones de euros que cada año nos cuesta más la limpieza con Algesa que con Urbaser. Por lo tanto que no busquen la actual ruina del Ayuntamiento en otro sitio, porque está ahí. Así que multiplique por 20 los años que llevamos y son los ciento y pico de millones que hay. Y cada año va aumentando.
—¿Es cierto, según Inmaculada Nieto de IU, que usted dejó entrampada la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano?
—En su día le contesté a esta señora diciéndole que yo había demostrado lo que tenía que demostrar y ahora lo tiene que demostrar ella. A los hechos me remito. Las trampas de Cultura son las trampas del Ayuntamiento. Los papeles están arriba y cuando se pueden pagar se pagan. ¡Que se debían cien millones!, pues mire usted, ahora no sé cuántos millones deben. Y además ella no está muy bien mirada por los grupos culturales de la ciudad. Pero en este tema no me gusta entrar, porque no la tengo en mi hoja de ruta como dice ella.
—Usted fue un verdadero guerrero de la luz, porque hasta le pegan en Gibraltar.
—Fue por defender a los pescadores. Los detuvieron y fui al juicio incluso a pagar la fianza de 6.000 euros. Yo con Gibraltar he tenido épocas buenas y malas. Fui el primero en traer aquí a Bossano, que era primer ministro, y en esa época se me acusó de todo. Ahora el problema que hay con Gibraltar es que Peter Caruana se ha creído que está en un pedestal y se ha equivocado por su falta de madurez. Hay que recordar que en Gibraltar se vota a listas abiertas y Peter Montegriffo, numero dos de las listas, sacó más votos que él. Y a estas alturas Caruana no ha demostrado la madurez suficiente que tiene que tener un líder. Hacer lo que está haciendo Caruana es lo más absurdo y hay que cortarle un poquito las alas.
—¿Con el Puerto de Algeciras tiene alguna relación?
—El Puerto hace muchos temas de publicidad diciendo que son los números uno. Pero creo que cada vez somos menos número uno. Cuando denuncié en su día que el Puerto de Tánger no iba a ser complementario me dijeron de todo. Hoy se está demostrando. Y aviso en esta entrevista que no es sólo el Puerto de Tánger, porque va a empezar el Puerto Nador Maersk. Es muy significativo porque lo que se está vendiendo aquí es otra cosa. De la Naviera del Odiel, que fue la base del comienzo del gran Puerto de Algeciras, tan sólo queda un trabajador cuando eran más de cien.
—Acabaron con la pesca, ¿acabarán con la Bahía de Algeciras con tantos atentados medioambientales?
—En la Bahía de Algeciras se optó en su día por un futuro industrial que es cuando llega la Refinería y todo eso, perdiéndose calidad de vida. Pero hace ocho meses hubo el mismo atentado en Mallorca que el reciente de Algeciras y nunca llegó el vertido a la playa. Y lo que no puede ser es que el Puerto pase del tema, porque cuando llega el vertido a la playa es cuando tienen que intervenir tanto la Junta como el Ayuntamiento. Y sin embargo el problema está en el mar, pero Capitanía tapa el tema para que no salga y el Puerto pasa por allí pero no se entera.
—¿Qué ha sacado de la política?
—Me he partido la cara por mi pueblo, que es Algeciras. Y lo único que he sacado en política son las 11 operaciones que le he dicho antes. Creo que he podido convertir a Algeciras en una gran ciudad en temas de baloncesto, balonmano o universidad . El tener un equipo de balonmano en la Liga Asobal y en el tema del baloncesto igual, sonando en todos los medios de comunicación, es importante para la ciudad. Me da mucha pena que la plaza del Algeciras de baloncesto la esté jugando el Bilbao.
—¿Dónde está su andalucismo?
—¡Uf!, se me ponen los vellos de punta, porque mi andalucismo sigue siendo el mismo, porque mi himno es el andaluz y también la verde y blanca de Carlos Cano. Yo sigo teniendo en mi despacho a Blas Infante, pero lo que pasa es que no ha habido una organización que sea capaz de llevar los sentimientos de lo que es la Andalucía Libre. Primero, para empezar, porque el pueblo andaluz no es nacionalista, porque tampoco hay conciencia de pueblo.
—¿Fue un honor para usted ser expulsado del PA?
—Cuando estás en uno de los dos grandes partidos (PSOE y PP), eso funciona como un ejército y el que se mueve no sale en la foto. El Partido Andalucista no tenía ningún apoyo, pero tenía una cosa buena que es que cada uno podía hacer lo que le diera la gana. Y en el momento que no interesaba un tema le podías decir a Alejandro Rojas Marcos lo que pensabas de él, y yo lo hacía. Para mí nunca fue un honor irme del PA. Lo que no fue un honor es trabajar tantos años con Alejandro Rojas Marcos. Una cosa es el Andalucismo y otra cosa es Alejandro, con el que nunca pude encontrarme porque no estaba dispuesto a hacer reuniones del partido en su casa.
—¿Qué más hacía Rojas Marcos?
—Ese fue mi primer gran problema, pero después ponía a la gente que quería en la secretaría general. Quitó de secretario general al que había sido candidato a la Junta de Andalucía Antonio Ortega. Y eso es lo peor que se puede hacer y no se puede permitir. Al no tener el lujo de decir en un partido lo que piensas y como siempre lo he hecho, fui expulsado una vez. La otra me fui del partido con mi grupo entero. Me pidieron que no lo hiciese y entonces les dije que ya era demasiado tarde.
—Para finalizar, ¿quién ha sido su pilar fundamental?, porque en más de una ocasión habrá llegado a su casa con la cara desencajada.
—Con la cara desencajada no, con la cara partida. Reconozco que no he sido un gran hombre, pero tengo claro que a mi lado está una gran mujer, porque Izaskun es mi mujer y mi compañera en donde siempre me he echado a llorar en sus hombros. Y eso llena mi vida por completo, junto a mis hijos y a mi nietecita.