Desde el primer momento en el que a María Rosa Durán, la flamante Cartera Real de este año y la primera en la historia de Jerez, le comunicaron por teléfono que habían pensado en ella para encarnar a la mano derecha de los Reyes Magos siempre tuvo claro que “mis niños del hospital”, como así les llama cariñosamente, tenían que vivir esta experiencia de alguna manera con ella, al igual que sus hijos y su familia el día 2 de enero en la Cabalgata de la Cartera Real. Porque estos pequeños superhéroes y sus “supermamis” también forman parte de ella. Son su otra familia. Para lo bueno y para lo malo. La imagen que se le vino entonces a la cabeza a esta profesora de matemáticas, investigadora de la UCA y promotora del proyecto Recaída 0 contra el cáncer infantil, fue la de la carroza de la Fundación Andrés Olivares de la Cabalgata de Reyes de Málaga, que se dedican a prestar ayuda emocional a niños que sufren cáncer y sus familias. Desde hace unos años estos pacientes tan especiales también desfilan en la gran cabalgata.
La propia alcaldesa en la presentación de los Reyes Magos ya se hacía eco de estos deseos y del protagonismo que iban a tener estos pequeños. “María deja sus conocimientos matemáticos para prevenir recaídas de estos niños. Vamos a hacerles un poquito más dulce la Navidad y mitigar el dolor de los pinchazos y del tratamiento”. “No lo podía haber descrito mejor”, explica a este periódico para referirse a esta carta de presentación de lo que ya estaba maquinando en su cabeza. Ahora ya puede contar lo que tiene entre manos y que tanta ilusión le hace. Si todo va bien, sus niños estarán el día 2 con ella en esa cabalgata repartidos entre un trenecito, el “trenecito de los superhéroes”, que abrirá la cabalgata, y una carroza más con sus hijos y sus amigos del colegio, aparte de la de los adultos en la que irá ella. Esto ha sido posible gracias al Grupo Estévez, que se ha volcado con la causa, a la asociación Proyecto Por Una Sonrisa del Hospital de Jerez, y al trabajo de la Asociación de los Reyes Magos y la Delegación de Fiestas del Ayuntamiento.
Había muchos condicionantes, como la normativa para los niños relativa a la cabalgata, (pueden ir en la carroza de 8 a 12 años, a partir de esa edad deben ir andando), y su estado de salud, y ella no quería dejar a ninguno fuera. Aún así, los que están recién diagnosticados o más delicados y con recaídas no podrán acompañarle, pero ella se encargará de recoger sus cartas y hacerles partícipes también de esta aventura. “Entre el rango de edad para el tema de la carroza y la normativa solo podían venir cuatro. Había mayores de 12 años que no podían andar porque la quimioterapia los deteriora muchísimo y otros de seis y siete años con los que yo empecé el proyecto cuando tenían tres años, pero lo hemos arreglado: el Grupo Estévez nos ha donado un tren precioso, con chófer, nos lo han pintado y todo para que el día 2 salgan los niños, tanto los más pequeños, monitoras, enfermeras y mayores”, explica emocionada para referirse al séquito real tan especial que le acompañará ese día.
Contando los días
Finalmente compartirá esta vivencia tan especial con más de una veintena de niños, todos con algún vínculo con ella, unos superhéroes que ya están “libres de enfermedad” y pendientes de revisiones o luchando para superarlo. “Es que todos estos niños son superhéroes, no hace falta que se vistan de ello, por todo lo que tienen que pasar, por llevarse dos y tres años aislados sin ir a un cine, a un cumpleaños, al colegio, estando todo el día en un hospital”, señala.
Todos han pasado por el Hospital de Jerez, pero vienen de Cádiz, La Línea, Sanlúcar, de Jerez...y sus madres están igual de ilusionadas que ellos. “Ellas son mis guerreras”, dice para hablar de la valentía y la entrega con la que han afrontado la enfermedad de sus hijos.
Detrás de todos ellos hay muchas historias de superación pese a su corta edad como la de Fran, de cuatro años. Como relata Rosa, a su madre Cristina le diagnosticaron leucemia cuando estaba embarazada y renunció a su tratamiento para seguir con su embarazo con la ayuda de hematología, ginecología y en general de todo el Hospital de Jerez. Pese a su delicado estado de salud, se implicó como nadie en la campaña de recaída 0. Hace tres años que falleció, pero María nunca ha perdido el contacto con su madre y abuela del pequeño Fran, que desde que supo que saldría en su cabalgata “arranca las hojas del calendario para que llegue el día dos”. Y es que ya quisieran Batman y Spiderman ser tan mágicos como estos niños.