Arón Canet consiguió este domingo subirse al segundo cajón del podio de Jerez después de que el pasado lunes fuera operado de una fractura en el radio del brazo izquierdo, algo que se consigue “echándole valor y fuerza”, decía el piloto.
“Ha sido una de las carreras más duras de mi vida”, destacaba. “Después de diez vueltas he empezado con mucho dolor en la mano izquierda y cinco vueltas después, en la mano derecha, es lo que tiene conducir con una mano. Ahí he empezado a perder a Ai. He soñado con la victoria, pero tenemos que tener los pies en el suelo”.
Las lágrimas a pie de podio eran “una mezcla de todo. Después de tanto dolor de toda la semana, estar aquí el jueves ya era demasiado. Estar en Q2 fue espectacular y salir en segunda línea ha sido brutal. Estar en el podio, ¿dónde había que firmarlo?”
“Los pilotos sentimos dolor, soy humano, pero depende de lo que puedas aguantar. Siempre he tenido una capacidad de dolor muy alta desde pequeño”, comentaba Canet.
Lo de la afición “ha sido brutal. Se me ponen los vellos de punta con toda la afición apoyándome”.
