El fin de semana del Gran Premio de España de Motociclismo no ha cubierto la expectativas de la mayor parte de los establecimientos hosteleros de la ciudad, tal y como ha podido constatar el presidente de la asociación de empresarios del sector, Alfredo Carrasco, que no oculta incluso cierta “decepción” entre los propietarios de bares y restaurantes.

La “sensación general” es que el ambiente motero “se ha ido perdiendo” en estos últimos años.

Se han podido ver reuniones de aficionados “por la avenida de Europa y la avenida Álvaro Domecq, pero el resto se ha perdido”.

“Entiendo que los hoteles harán otro análisis diferente, porque la ocupación ha sido buena, pero aquello de que las motos beneficiaban a casi todos los bares y a muchas tiendas de alimentación ha desaparecido totalmente”, subraya Alfredo Carrasco.

El presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Jerez lamenta que las motos apenas se hayan dejado ver por “zonas como la avenida de Lola Flores, que era un punto importantísimo, el Mamelón o el propio centro de la ciudad”, hasta el punto de temer que si nadie lo remedia en un futuro cercano este sector económico “se va a enterar de que se está celebrando el Gran Premio cuando lo vea por la tele”.

La situación no es nueva y a juicio de Carrasco tiene su origen “en los años en que Jerez se cerró a cal y canto” a las motos tras un tiempo de excesos que se cobraron la vida de varios aficionados.

Para revertir este escenario, el colectivo entiende que el Ayuntamiento debería elaborar un programa de eventos paralelos capaces de concitar la atención de los visitantes.

“Se pueden hacer conciertos y todo tipo de actos. Jerez es muy grande y hay muchos espacios para ofrecer lo que los aficionados vienen buscando. Lo que no puede ser es que no se prepare nada y tengamos a moteros por toda la provincia menos aquí”, se queja el presidente de esta asociación de hosteleros. Carrasco tiene “claro” que el “tirón” del Gran Premio ya no es suficiente para atraer a los moteros y que es necesario empezar a trabajar “desde ya” para tratar de revertir la situación cuanto antes.