—¿Por qué este rincón taurino para su preparación invernal?
—Después de Reyes suelo bajar a Sanlúcar, estando hasta finalizados los carnavales de Cádiz haciendo campo y tentaderos por las extraordinarias ganaderías del Campo de Gibraltar y en la zona de la Ruta del Toro. También compagino la preparación por las ganaderías de Castilla La Mancha y Salamanca.
—¿Conoce la afición de Algeciras?
—La conozco y le gusta el buen toreo sobre todo el de arte y pellizco. Porque Algeciras es cuna de grandes toreros como el maestro Miguelín. Hay un buen ambiente taurino en la ciudad y muy buenos aficionados como es la familia Arroyo que me trata fenomenal. Y es por lo que por aquí vienen las grandes figuras del toreo o residen como es el caso del maestro Ruiz Miguel. Por lo tanto torear en la Feria de Algeciras es mi deseo, pero es muy difícil estar anunciado en los carteles.
—¿Cómo se le presenta la nueva temporada?
—Tomé la alternativa el año pasado el Día del Corpus en Toledo con los maestros Francisco Rivera y Manuel Díaz El Cordobés. Y me dieron el trofeo al Triunfador de la Feria del Corpus y a la Mejor Faena de Castilla La Mancha. Estoy contento e ilusionado de cara a esta temporada que va a ser decisiva en mi carrera.
—Si doctorarse es complicado, ¿entrar en el circuito de las ferias lo es mucho más?
—Una vez que tomé la alternativa pensaba que iba a torear un poquito más, porque lo había dejado bastante bien de novillero, porque había sido el máximo triunfador en orejas del escalafón de novilleros. Pero con la crisis económica no se han celebrados tantos festejos como en años anteriores.
—¿Qué tiene firmado hasta la fecha?
—Hemos hablado con Espinosa y voy a confirmar la alternativa en San Isidro, también estoy en el Corpus de Toledo, y tengo otra corrida en Illescas televisada con los maestros José Pedro Prados El Fundi y Eugenio de Mora a beneficio de la Asociación Aspayn de enfermos parapléjicos y grandes minusválidos.
—¿Cuál es el toreo que realiza?
—La afición compara mucho mi toreo con el del maestro Paco Ojeda. Me gusta el toreo de cercanía enganchándolo alante llevándolo largo muy atrás, porque don Pablo siempre me ha dicho, que cuanto más tiempo tenga metido al toro en la muleta, más transmite el muletazo.
—¿Se refiere a Pablo Lozano (padre)?
—Sí. Don Pablo Lozano es un genio y un maestro, en el campo se aprende mucho matando vacas y toros con él dándome consejos muy importantes. Desde pequeño he estado vinculado con el maestro Sebastián Palomo Linares y con el maestro José Luis Seseña. Y esa relación ha ido cada año a más y me han echado una mano desde el principio.
—Hacer tentaderos en las fincas de los Lozanos es un privilegio.
—Es un privilegio y un honor hacer tentaderos en la Casa de los Lozano, porque por allí pasan todas las figuras del toreo como Sebastián Castella, José Tomás, José María Manzanares, Enrique Ponce, Uceda Leal, Luis Miguel Encabo, Palomo Linares (hijo)…
—¿Cómo le llegó la afición?
—Mi padre era mozo de espadas y estuvo un tiempo haciendo las ayudas al maestro Miguel Báez Litri. Y yo desde pequeñito toreé una vaquita y me empezó a gustar, después empecé en la Escuela Taurina de Andrés Vázquez con el que fui aprendiendo.
—¿Cuándo comenzó a torear seriamente?
—El primer año toreé 14 novilladas sin caballos, al siguiente toreé 57 novilladas y en el 2003 tenía preparado el debut con caballos, pero el 1 de agosto con una bicicleta entrenando me atropelló un coche a doscientos metros de la puerta de mi casa y estuve tres meses en coma.
—Momento vital y durísimo el que sufrió.
—Se acabó la temporada porque una vecina se pasó el stop y me llevó por delante. Después estuve mucho tiempo en rehabilitación y sin que lo supiera nadie y menos los médicos que no me dejaban empecé a entrenar despacito. En el 2004 me presenté al Certamen Puerta Grande y fui seleccionado entre todos los chavales, debutando con picadores en Tobarra (Albacete) cortándole dos orejas a la novillada de La Laguna.
—¿Toreó más esa temporada?
—Cogí una sustitución en Calero y Chozas (Toledo), cortando cuatro orejas y dos rabos. Y don Pablo Lozano con tan sólo dos novilladas picadas toreadas me puso en Madrid con una novillada de Prieto de la Cal, dando dos vueltas al ruedo en mi primer novillo al robarme la oreja y al siguiente le corté una oreja. Me repitieron en el último festejo que dieron los Lozanos como empresarios de Las Ventas, dando dos vueltas al ruedo a una novillada del Puerto de San Lorenzo.
—¿Cómo le ha ido con los apoderados?
—En 2005 el empresario de la plaza de toros de Valencia, Justo Benítez, me apoderó con Curro Cruz. Hice muchísimo campo por aquí y empezó a ir bien la temporada porque iba a torear seguido en Griñón, a los dos días en Madrid, después Sevilla y a continuación en Barcelona, pero en Griñón el segundo novillo me pegó una voltereta rompiéndome el brazo por ocho sitios, sin embargo al primero le corté las dos orejas.
—¿De nuevo parado y el futuro más que incierto?
—Perdí esa temporada y creía que no iba a poder torear más, pero seguí recuperándome sin coger ningún trasto cuando veía tentar, pero después de dos años sin coger una muleta un día en la ganadería de Los Cortijillos de los Lozano, toreé una vaca y puede ser el mejor día que he toreado en mi vida. Ese día fue cuando Elena Moreno y el maestro Seseña decidieron apoderarme, y en principios iba a torear en el 2008 unas diez novilladas pero fueron treinta y tantas saliendo las cosas bastante bien.
—¿Actualmente quién lo lleva?
—Sigue conmigo Elena Moreno y Jesús Sánchez que tiene muchos contactos por la zona de Castilla La Mancha. Y como quiero vivir del toro estoy contento e ilusionado pero sobre todo que salga bien el día de la confirmación en Madrid.
—¿Una vida humana y profesional de sacrificios, esfuerzos y superación constante?
—Desde pequeño mi vida ha sido un día a día de superación. Aparte de por los accidentes, para poder sobrellevar esto, que es lo que más me gusta. Y la verdad es que desde novillero me he tenido que ganar los contratos en la plaza porque esto está muy complicado, pero triunfé en plazas importantes como Madrid, Toledo o Soria.
