Según asegura la directora del referido centro docente, Lola Navarro Cantudo, la experiencia vivida el jueves, “al igual que ocurrió dos días antes, fue bastante negativa” porque el colegio, “al encontrarse situado en la parte baja de una ladera, todo el agua que corre desde la parte alta, penetra en el interior” del centro educativo.
Sin embargo, “además de eso, según aseguran los técnicos, las arquetas y los desagües situados en la parte superior del colegio, no dan a basto pero también estarían obstruidas, porque por las escaleras del colegio bajaron las aguas fecales, junto a otros elementos, como heces, preservativos, compresas o tampones”.
Por tanto, “el olor que se registraba en el colegio era tremendo, porque reventaron las arquetas y toda la porquería entró en el centro”.
Ante tales circunstancias, “tuvimos que solicitar la ayuda de los bomberos, Policía Local y Protección Civil, cuyos efectivos se portaron estupendamente, ayudándonos a evacuar a los niños y llevarlos hasta el transporte escolar, que tuvo también serias dificultades para acceder a las inmediaciones del colegio”.
La zona más afectada del centro fue el ala infantil “que se encuentra construida junto al monte, por lo que no hay construidas viviendas que impidan, de alguna manera, que accedan con mayor dificultad las aguas”.
En total, fueron unos 70 los alumnos que tuvieron que ser evacuados, por la parte posterior del colegio.
Además, según la directora del Adalides, los efectivos de Protección Civil “nos ayudaron a desatascar las cañerías y la Policía Local estuvo en todo momento apoyándonos, junto al jefe de Mantenimiento del Ayuntamiento”.
Gestiones
De forma paralela, “un camión de Emalgesa también se personó en el colegio, para proceder a desatascar las arquetas”.
Sin embargo, añadió la directora, “como el colegio se encuentra situado en la ladera, los operarios no daban a basto, por la cantidad de agua que se había acumulado, dado que, cuando llegó el vehículo, la inundación ya se había producido”.
La directora manifestó que, la situación de angustia por las lluvias “se inició a las 12.45 horas y la normalidad llegó a las 15.00 horas”. No obstante, las consecuencias de las aguas fecales aún se dejaban sentir durante la jornada de ayer, cuando operarios procedían a la limpieza del patio de recreo, al que no pudieron acceder a los alumnos, dado que aún se podían apreciar los malos olores.
Según afirma Lola Navarro, “ésta es una situación que se repite siempre que llueve”. Por ello, ha realizado gestiones con la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento, “cuyo técnico, José Álvarez, “nos puso en contacto con Javier Blanco, ingeniero de Emalgesa” quien, junto a otros técnicos “se personó en el colegio y, al parecer, volverán de nuevo el lunes, para buscar una solución a nuestros problemas, al menos, para evitar que las aguas fecales nos inunden”.
También “vendrán a solucionar en parte el problema los trabajos de reposición de las cañerías del colegio, que se llevan a cabo en la actualidad en el patio del colegio”.
