Según los recibos que constan en los archivos de la comunidad, en algunos viajes a “realizar gestiones con la Cuenca Mediterránea del Agua en Málaga, se realizaban comidas en marisquerías de hasta 174 euros, además de varias intermedias por el camino a todo lujo”.
La Comunidad de Regantes subraya que “no quedaba ahí el gasto en comidas de este ex alto cargo. Luego procedía a cargar en la cuenta de la entidad facturas de repostería por valor de más de 80 euros, en el conocido establecimiento malagueño de La canasta. De este modo, cargaba a la Comunidad de Regantes más de 40 artículos distintos en una misma tarde, incluyendo algunas porciones de piñonate cotizado a 30 euros el kilo”.
Desde la agrupación de regantes se denuncia que “el destino de este gasto es hasta la fecha desconocido, aunque otro dato a resaltar es que resulta imposible que fueran los enviados a Málaga quienes hicieran la compra, dado que éstas se realizaban sólo minutos más tarde de repostar el vehículo en Estepona, o en otros días de pasar por los peajes de San Pedro de Alcántara. Dada la distancia del establecimiento La Canasta con esos puntos, más de 70 kilómetros, resulta del todo imposible que quien condujera de vuelta hiciera la compra que luego sería cargada a la comunidad”.
Redondeo
En esta línea, los regantes advierten que “dado que el importe de las comidas, combustible y repostería variada solía rondar los 320 euros, el ex presidente no tenía pudor alguno en expedirse un par de talones de 200 euros, uno de la cuenta de cada canal de riego, con lo que el total se redondeaba hasta los 400 euros”.
A este respecto, la Comunidad de Regantes critica que “se desconoce igualmente el destino del sobrante de estas cantidades, que pueden alcanzar un bote significativo teniendo en cuenta que estas operaciones se venían realizando desde el año 2006”.