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El concierto del viernes: "Raphael, eres el mejor de todos"

Raphael inició este viernes en el Tío Pepe Festival de Jerez una gira para presentar su nuevo álbum, "Victoria", con un concierto en el que ha mostrado lo mejor de su pasado y de su presente, marcado por las creaciones del compositor e intérprete malagueño Pablo López.

Lleno absoluto, con algo más de 3.000 personas en un recinto que estaba casi al completo cuando todavía quedaba media hora para el inicio del evento para ver en directo a uno de los artistas más carismáticos de la música española y que congrega a un público entregado desde que pisa el escenario.

Con once canciones que ha escrito y producido Pablo López y clásicos de siempre en Jerez dio comienzo un tour con el que recorrerá una veintena de ciudades españolas para ofrecer 22 conciertos hasta finales del mes de diciembre.

El pistoletazo de salida se produjo en la primera de las dos actuaciones previstas este fin de semana en Jerez; si bien, a mediodía de este sábado se confirmaba que el artista se ha visto obligado a suspender el segundo concierto a causa de "problemas de voz derivados de un resfriado", según el propio artista ha compartido en su perfil de redes sociales.

El que finalmente ha sido su único show en Jerez arrancaba con "La noche", un clásico de su repertorio, aunque el concierto estuvo marcado por la alternancia de temas del álbum "Victoria" con éxitos de diferentes etapas de su dilatada trayectoria profesional como "Qué sabe nadie" o "Escándalo". 

De negro riguroso, como nos tiene acostumbrados, y con una chaqueta de lentejuelas del mismo tono, que luego se quitaría como solo él sabe hacerlo, Raphael hacía su aparición en las tablas de la Bodega de Las Copas de González Byass aclamado por el público, que le lanzó lirios blancos y se puso en pie durante prácticamente todo el repertorio, emocionado y cantando con él. Hacía seis meses que el de Linares no pisaba un escenario, pero eso no es nada para un artista con una experiencia de 60 años.

El resultado fue un espectáculo de primer nivel, al igual que la puesta en escena y la entrega del intérprete de "Estar enamorado", que durante dos horas y diez minutos recorrió el escenario de un lado a otro entregado a sus incondicionales. Y ellos se lo agradecieron. "Eres el mejor de todos", gritaba una seguidora entre los aplausos. 

Son casi 40 los años que separan a Raphael de Pablo López, pero durante el concierto en Jerez dio la sensación de que están en la misma sintonía porque las canciones del malagueño encajan perfectamente en el estilo del octogenario cantante, al que no le gusta vivir de las rentas ni se achanta a la hora de incorporar nuevas creaciones a su repertorio antológico que ha vuelto a grabar remasterizado para acercarlo a la juventud actual. Y lo ha conseguido.

Es lo que ocurrió a la hora de versionar "Lo saben mis zapatos", uno de los éxitos del compositor malagueño. "Esta canción es muy especial", comentó, en una de las pocas veces que se comunicó directamente con el respetable antes de interpretarla visiblemente emocionado. Eso sí, sus gestor no verbales de agradecimientos por el calor que le brindaron no cesaron durante toda la función. Y es que otras de las señas de identidad de Raphael es su disciplina y sus cuidados de la voz para poder dar el cien por cien el escenario. 

La Bodega Las Copas acogió un espectáculo en el no faltaron canciones míticas como "La llorona" con su voz rasgada, "Mi gran noche", "Se nos rompió el amor", "En carne viva" o "Digan lo que digan", en más de dos horas de show de un cantante que ha ganado más de 300 discos de oro. 

Si hace pocos días brilló Rod Stewart a los 78 años en el Concert Music Festival en Chiclana, ahora Raphael demostró la noche del viernes que la edad no está reñida con la capacidad para demostrar en un escenario que los genios no pierden su esencia con el paso del tiempo. Un genio al que el público de Jerez y de distintos puntos de la provincia y fuera de ella le ovacionó con palmas por bulería, como se hace a los grandes. Y en la cuna del flamenco no hay mejor prueba de amor que esto. "Viva la madre que te parió", se escuchaba desde el público, que vibró y se emocionó a partes iguales viajando en el tiempo con los temas de su ídolo, que no faltó su ritual de cantar "Frente al espejo" delante de un espejo, demostrando que como actor tampoco tiene rivales. 


Fue una noche antológica de derroche con demostraciones de poderío vocal en canciones como "Fallaste corazón", con la que homenajeó a Chavela Vargas o "Gracias a la vida", de Mercedes Sosa, acompañado únicamente por una guitarra. Ojalá la gesta se repita muy pronto.