El alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, continúa con su particular locura de verano y hoy espera realizar una simbólica marcha a Algeciras, hasta la puerta concretamente de la Administración General del Estado (AGE) para demandar “en defensa de los derechos legítimos de La Línea de la Concepción, medidas estructurales que permitan dotar a la ciudad linense de los instrumentos necesarios para su desarrollo”. Una petición absurda de antemano porque en ese sentido cualquier municipio de España podría hipotéticamente solicitar lo mismo.
No obstante, la marcha en sí no se realizará y sí en cambio un paseo en autobús ya que como era lógico los participantes de esta marcha no podrán utilizar la autovía A-7 por el riesgo que entraña en una época de alto nivel de tráfico, en plena operación salida de vacaciones de agosto y en días punta de la Operación Paso del Estrecho. Hasta en la elección de la fecha de la marcha se ha equivocado Alejandro Sánchez.
Así, el viaje particular hacia ninguna parte de Alejandro Sánchez se iniciará a las 8.00 horas en las inmediaciones del puesto fronterizo, donde los participantes se dirigirán a pie hasta la rotonda del Campamento (la que da acceso a la barriada de Puente Mayorga), donde continuarán la marcha en autocar hasta los accesos a Algeciras por la avenida del Corte Inglés, continuando desde este lugar la marcha andando hasta la sede de la AGE. Es decir, más del 80% del viaje lo realizarán los participantes cómodamente en autobús.
Defensa del absurdo peaje
Alejandro Sánchez volvió a quedar ayer en evidencia en Madrid durante su intervención en el curso Organismos internacionales y nuevo orden mundial que organiza la Universidad Rey Juan Carlos en el municipio madrileño de Aranjuez. Sánchez, ante el asombro de los presentes, volvió a asegurar que es “imposible” mantener una convivencia “pacífica” entre los ciudadanos de la Línea y los gibraltareños si estos “desequilibrios económicos” se siguen manteniendo.
Y criticó igualmente que el Ejecutivo central le haya obligado a acatar la ley, como a todo ciudadano, y le haya recomendado que no hiciera la marcha por la autovía A-7 en estas fechas. En este sentido, Sánchez señaló que “no hay vuelta atrás” porque desde el año 2004 le deben “25 millones de euros” como consecuencia de la congelación de la Carta Económica Especial, supresión acordada con el Gobierno de José María Aznar. Alejandro Sánchez volvió a defender la propuesta de implantar un peaje para los gibraltareños y los turistas que pasan por La Línea en su camino hacia Gibraltar, iniciativa que estudia el Ayuntamiento, y explicó que sería una forma de “sustanciar la servidumbre de paso”. “La carretera de cuatro kilómetros que se hizo en el año 85, cuando se abrió el acceso al tráfico rodado hacia Gibraltar, nos quitó una playa en plena Bahía de Algeciras que era toda una belleza, un potencial y un filón turístico para la economía”, recordó. Anualmente, continuó Sánchez cruzan la frontera diez millones de vehículos que “no dejan un euro” en La Línea: “imagínese el dinero que hemos dejado de ver durante estos 25 años”, ha añadido.
De la Encina: "La Línea ha recibido 110 millones de euros"
El diputado socialista, Salvador de la Encina, aseguró ayer que el presidente del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy “pide un trato especial para La Línea cuando siendo vicepresidente del Gobierno de Aznar y Montoro ministro de Hacienda, quienes en la ley de presupuestos aprobada en 2003 congelaron la Carta Económica Especial, argumentando que los informes jurídicos reflejaban que no se podía tratar con preferencia a un municipio del territorio nacional”. No obstante, De la Encina esgrimió un documento del Ministerio de Economía y Hacienda donde “se demuestra que el Estado da a La Línea un trato de municipio privilegiado, en base al número de habitantes”.
Así, con 65.500 habitantes el municipio recibe 3,5 millones de euros más que Sanlúcar con el mismo número poblacional”. Es decir, “cada linense recibe 40 euros más que otro ciudadano del resto de la comarca y de España porque la ciudad tiene un diferencial tan alto que es beneficiada con respecto a otros municipios”.
Además, aseveró que “desde 2004 a 2010 el Ayuntamiento ha cobrado 110 millones de euros del Estado, por lo que cabría preguntarse dónde están esos fondos y a que se han destinado”. “Puede argumentarse que son insuficientes, pero un alcalde tiene que dialogar con las administraciones y plantear propuestas serias, como la de poner precio a los terrenos para la terminal aeroportuaria”, incidió.
Sobre Rajoy, De la Encina manifestó que el popular “ha huido de La Línea y no se ha interesado por sus problemas, como el impago a los trabajadores municipales”. Por el contrario “vino a actuar de mala fe, a criticar y desinformar a la población”.
“Hazmerreir”
Por último, sobre la marcha a la Administración del Estado del alcalde, Alejandro Sánchez, el diputado del PSOE lamentó que “se haya convertido en el hazmerreir de toda España y hasta de militantes de su propio partido, aunque se avergüencen de reconocerlo”. “Asegura que es la hora de La Línea, pero es la hora de no seguir desmontando al municipio, porque estamos siendo el punto de mira del resto del país”, aseveró.
UPL: “Auténtico dislate”
Por su parte, UPL también criticó ayer duramente la errática política que está siguiendo en los últimos meses Alejandro Sánchez. La formación linense señala que en la pasada conmemoración del 140 aniversario le mostró su preocupación en persona a Sánchez: “Señor alcalde, todas las medidas que ha tomado son un auténtico dislate y están causando un daño, esperamos que no sea irreparable, no sólo en las relaciones con nuestros vecinos sino en los propios ciudadanos de La Línea”.
Además, UPL anunció que presentará una moción al Pleno, solicitando al Gobierno de la nación, la inclusión en los próximos Presupuestos Generales de una partida específica en la que se destinen para La Línea los fondos necesarios para cubrir los ingresos no recaudados desde el año 2004 hasta el año 2010 con ocasión de la perdida de la Carta Económica Especial; y también la solicitud de restablecer la Carta.