El Ayuntamiento de Jerez ha iniciado una ronda de encuentros para empezar a trabajar en la
próxima Feria del Caballo de 2024, que se celebrará del 4 al 11 de mayo. Los primeros en sentarse con la alcaldesa, María José García-Pelayo, el delgado de Cultura y Fiestas, Francisco Zurita y el delegado de Turismo, Antonio Real, han sido los representantes de la
Asociación de Casetas Tradicionales de Jerez, tras aplazarse el encuentro inicial del pasado 20 de septiembre.
En esta reunión, los miembros de la junta directiva le han trasladado
su batería de propuestas para modificar la actual ordenanza reguladora de la Feria del Caballo de Jerez con el objetivo de
“mejorar la imagen y la calidad de la Feria” y
evitar que “siga derivando en una cosa que no es”. Un deterioro que
sitúan “a partir de los años 90” y del que en el seno del Gobierno municipal del PP “son conscientes”, apunta a VIVA JEREZ un portavoz autorizado de esta asociación, que explica que tanto la alcaldesa como los ediles municipales
se han comprometido a “estudiar” el listado de sugerencias
encaminadas a cambiar la actual ordenanza "sin descartar" a priori ninguna de ellas.
Aunque queda mucho trabajo por delante, en el colectivo, que representa a más de medio centenar de casetas de la Feria,
han visto “receptivos” a los representantes del Gobierno local, que los ha emplazado a próximos encuentros. “Vamos a quedar en las próximas semanas para ir trabajando en la mejora de la Feria de Jerez”, señala, confiado en que la edición de 2024
marque “un punto de inflexión” y empiece a vislumbrar las nuevas mejoras.
Entre las propuestas que plantean, como ya contamos en este medio, destaca la
posibilidad de definir “dos espacios” diferenciados en el Real de González Hontoria que distinga entre las
casetas tradicionales del resto (casetas discotecas, etc.), así como habilitar un segundo día del socio o
Día de la Caseta en la recta final de la feria para las casetas que lo demanden para implicar más a los jerezanos en el tramo final de una fiesta que suele estar más confluida por los visitantes de la provincia y los foráneos. A ello suman la
urgente necesidad de devolver el esplendor al Paseo de Caballistas.
El colectivo de caseteros también
pone el foco en los subarrendamientos de las casetas, otro de los males que identifica en la feria actual y apuesta más por el sistema de la gestión directa, que en la práctica está reducido a un grupo reducido de las hermandades más jóvenes de Jerez. “Las más antiguas han derivado en el subarriendo y lo que pedimos es que se
fomenten las casetas de amigos, asociaciones, peñas y barriadas y que haya equilibrio entre el hostelero y los asociados”, apunta, ante la conversión en casetas discotecas que abunda en el Real.
En este sentido,
la asociación estaría dispuesta a sentarse con las hermandades, que también estarán en la hoja de ruta de los encuentros que irá manteniendo el Ayuntamiento, al que ahora "le corresponde" reunirse "con los demás actores", han dicho en referencia a las cofradías, la hostelería, las peñas flamencas y la juventud, entre otros.
Tras reiterar que quieren una
feria “pública y plural”, en la que los jerezanos “se impliquen” en todos los aspectos, desde la decoración de la fachada al interior,
también plantean que "premie"a las casetas que apuesten por fomentar el flamenco, el vino y, en definitiva, las señas de identidad de Jerez, y q
ue a este tipo de casetas se le "pueda dar preferencia” en los paseos principales. “Lo que no queremos es que un turista entre al Real por la entrada del Bar Bodosky o la avenida Álvaro Domecq y lo primero que vea es una caseta de salsa o reguetón.
Lo que estamos es pidiendo lógica”, asevera, tas advertir que
"no vamos en contra de nadie".