El empresario jerezano Francisco Zuasti, de Tododisca, acaba de cerrar la compra del edificio que ocupa el número 14 de la calle Medina con intención de convertirlo en un complejo de apartamentos turísticos que será “pionero” en España dado que tendrá todas sus habitaciones adaptadas a personas con movilidad reducida (PMR).
La previsión inicial es que se puedan habilitar una docena de apartamentos totalmente accesibles, si bien ello no implica que el uso de este nuevo complejo turístico quede limitado a personas con problemas de movilidad, toda vez que su diseño resultará lo suficientemente atractivo para atraer a todos los públicos.
“No me gusta alojarme en una habitación que parezca un hospital, así que esto tampoco lo parecerá”, avanza Francisco Zuasti, que es PMR desde que sufrió un accidente laboral y que desde entonces ha volcado sus esfuerzos en facilitar la vida de las personas que sufren problemas de movilidad.
La principal innovación de este conjunto de apartamentos turísticos será que tanto el edificio como todas sus habitaciones serán totalmente accesibles, lo que permitirá que un grupo de personas con movilidad reducida pueda alojarse en él, algo que no suele ser habitual ya que normalmente los hoteles suelen reservar a estos clientes un número limitado de plazas, lo que obliga a los grupos a distribuirse entre varios establecimientos.
Además, Zuasti piensa en las personas mayores, partiendo de la base de que “el 30 por ciento del turismo europeo” tiene unas necesidades en materia de accesibilidad que no encuentra en todos los hoteles a pesar de que hablamos de “gente que viaja en cualquier época del año” y que suele ser “muy fiel” a los destinos.
El edificio que va a ser acondicionado para este fin tiene dos plantas más una azotea y aparentemente se encuentra en buen estado. La composición de su fachada responde a los modelos conocidos utilizados en la arquitectura civil neoclásica de la ciudad.
Sin embargo, como corresponde a una arquitectura más tardía, el lenguaje se altera y se enriquece la ornamentación. Así, los cierros de los extremos adquieren formas redondeadas y las ménsulas sobre las que se apoye el balcón corrido central tienen forma de atlantes. El edificio fue construido por el arquitecto José de la Coba en 1865.
El PGOU obliga a mantener la estructura resistente, apariencia exterior y elementos comunes de circulación, como escaleras principales y patios estructurantes con sus galerías que, como regla general, no podrán ser privatizados en la intervención.
Sí, se permite la redistribución de la tabiquería sin modificar espacios conformados con techos de diseño singular y unitario. Por último, deberán mantenerse siempre visibles las estructuras y elementos decorativos internos y externos originales que revistan interés arquitectónico o histórico.
Hasta el momento de la compra, el edificio estaba ocupado por hasta ocho inquilinos, que han sido ya reubicados.
Otro proyecto en la Puerta Real
Además, Francisco Zuasti lleva meses trabajando en el acondicionamiento de una planta de un edificio situado entre las calles Consistorio y la plaza del Arenal para tres apartamentos turísticos igualmente adaptados a personas dependientes.
El proyecto ha debido sortear numerosas trabas de carácter administrativo motivadas fundamentalmente por la presencia de restos de la muralla de la ciudad, dado que se encuentra situado junto a la Puerta Real.
Zuasti espera que en un plazo aproximado de un mes puedan comenzar las obras tras la obtención de la preceptiva licencia urbanística.
