El obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, ha advertido de los problemas derivados del mal uso de “las redes” sociales y de las “murmuraciones”, cuestiones que a su juicio “matan la vida de las hermandades”.
El prelado insta además a los cofrades a evitar “poner en boca de otras personas cosas que no han dicho”, rechazando igualmente aquellas actitudes en las que se “sugiere” o “interpretan” cosas “que pueden dañar” a terceras personas, dado que de este modo “se generan nubes” que terminan impidiendo un “diálogo franco y correcto” entre los propios hermanos.
“Si tratamos de resolver como hermanos los problemas que se dan en las hermandades y evitamos las murmuraciones, los comentarios y las medias verdades, si vamos con honestidad en el planteamiento de las cosas, tendremos hermandades saneadas”, apostilló este martes en el programa ‘Luz de Pasión’, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez.
Monseñor Rico Pavés enmarca sus palabras en el inicio de la Cuaresma, un tiempo en el que se hace un llamamiento “a la conversión” y en el que es necesario “mirarse al corazón y dejarse perdonar por el Señor” para, a partir de ahí, comprobar “cómo nuestro entorno cambia”.
Pero además de ese mal uso de las redes sociales o de esas murmuraciones y medias verdades, el pastor diocesano entiende que existe otro problema que “está dañando” a las hermandades, que no es otro que “llevar a términos judiciales problemas que se deberían resolver con un diálogo entre hermanos”.
Así, cuando “se judicializa una situación queriendo llevar al ámbito eclesial” aquello que es propio “del ámbito civil” se termina “enredando la vida de las hermandades”. Y eso ocurre “muchas veces”, cuando, por ejemplo, “se celebran unas elecciones en las que todos están de acuerdo con el procedimiento y aceptan los términos” pero luego, “como no se obtiene el resultado esperado, se impugna” ese resultado para “agarrarse a la ley eclesiástica y diocesana, que es muy escueta”.
Todo ello con el propósito de “abrir brechas” que permitan “aplazar decisiones” sirviéndose para ello de los “procesos legales” que fueran necesarios.
“No es necesario tener más normas, sino más sentido común para aplicarlas y voluntad de solucionar problemas entre quienes nos decimos hermanos”, apostilló.
Monseñor Rico Pavés fue cuestionado expresamente por la situación en la que se encuentra la Hermandad de la Buena Muerte, cuyo hermano mayor ha presentado recientemente su dimisión. En este caso, “el problema es que después han venido otras dimisiones”, de modo que si esa junta “queda descompuesta de tal manera que no tenga capacidad de actuación habrá que ir de inmediato a elecciones”.
“Yo intentaría salvar la Cuaresma y la Semana Santa, intentando aplazar cualquier decisión, pero aquí el drama es que detrás de esa situación hay enfrentamientos personales que acaban afectando a la vida de la hermandad. Son situaciones dolorosas que no deberían a veces plantearse con relevancia pública. Pediría un esfuerzo para tratar de salvar la Cuaresma y la Semana Santa”, insistió.