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Megaports provocó tensiones diplomáticas con Estados Unidos

Las filtraciones del portal ?Wikileaks? desvelan fricciones diplomáticas en la implantación del sistema

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Los cables diplomáticos filtrados por el portal Wikileaks han revelado recientemente la existencia de fricciones entre los gobiernos de España y Estados Unidos por la implantación del plan Megaports en el puerto de Algeciras, destinado a incrementar la protección contra los envíos ilegales de material nuclear o radiactivo a través de las rutas comerciales marítimas.

Tras los atentados de Nueva York del 11 de septiembre de 2001, el Gobierno de Estados Unidos decidió reforzar el control de los cargamentos que llegasen a su territorio por vía marítima, ante la posibilidad de que escondiesen ingenios nucleares u otro tipo de armas de destrucción masiva. Para ello, creó el programa Container Security Initiative (CSI), consistente en la instalación de grandes escáneres en los principales puertos del mundo.

Uno de los países que el Gobierno norteamericano eligió entonces para implantar esos dispositivos fue España, donde se estableció la prioridad de que el sistema de seguridad se impulsase en el puerto de Algeciras, dado el carácter estratégico de este enclave a nivel mundial, con el movimiento de miles de millones de toneladas de mercancías anuales. España puso objeciones para instalar ese dispositivo, lo que obligó a Washington a una presión constante.

El Gobierno español señaló a Estado Unidos a mediados de 2004 que la presencia en el territorio nacional del fenómeno terrorista a través de la banda ETA durante décadas garantizaba la existencia de mecanismos de seguridad suficientes en los puertos españoles, incluso en un grado más fiable que en otros puertos de Europa.
No obstante, el entonces director de Puertos del Estado, Mariano Navas, admitió que España carecía del equipo y la formación precisos para detectar amenazas terroristas de carácter nuclear.

Las presiones ejercidas por Estados Unidos acabaron por fructificar en la instalación del sistema en el dique algecireño, y en julio de 2004, el Gobierno español aceptó el préstamo de un escáner para empezar a desarrollar el programa CSI en Algeciras, mientras personal del Departamento de Seguridad Interior estaba a la espera de trasladarse a España para dar asesoramiento.

La existencia del programa CSI y del plan Megaports originó cierta confusión entre las autoridades españolas. Desde Madrid se respaldaba la iniciativa Megaports, ya que suponía un beneficio en seguridad para sus instalaciones portuarias, pero se ofrecían reticencias a la puesta en marcha del programa CSI, al entender que no había coincidencia entre ambos.

Esta posición diplomática del Gobierno español obligó a los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos a defender el sistema CSI, explicando que consistía en la inspección de los documentos de la carga, junto al escaneo de los contenedores seleccionados.

Al mismo tiempo, garantizaba que el Departamento de Seguridad norteamericano aportaría la mayor parte del personal técnico, y el compromiso de implantar el programa en Algeciras antes de evaluar si lo hacía en Barcelona y Valencia.

Por su parte, especificaron que Megaports consistía en el examen de todos los contenedores; el suministro del equipo técnico y el mínimo personal del Departamento de Energía, a la vez que activaría simultáneamente el plan en varios puertos.

La Embajada de Estados Unidos garantizó también la presencia de ocho especialistas norteamericanos en los puertos españoles. Por su parte, el Gobierno se mostró más reacio con el trabajo de los analistas e investigadores criminales estadounidenses, autorizando su presencia sólo durante un periodo de tres meses.

Obstáculos
Esta posición creó obstáculos para la puesta en marcha del dispositivo de seguridad en el puerto de Algeciras, ya que Estados Unidos se opuso a su implantación hasta que el Gobierno de Zapatero no autorizase la presencia de este personal, garantizándole cobertura legal, estatus diplomático e inmunidad, así como un espacio seguro dentro de las áreas portuarias seleccionadas.

La Secretaría de Seguridad Interior norteamericana era consciente de que la presencia de sus técnicos en los puertos creaba un riesgo adicional para ellos. Por eso consideraba que el asunto debía llevar el sello de confidencial, secreto o muy secreto.

Tras estas diferencias, los contactos diplomáticos entre los dos países en torno a los procedimientos de actuación en el puerto de Algeciras para garantizar la seguridad internacional trataron de acercar las dos posturas.

Así, Estados Unidos especificó entonces que su cooperación con España en materia de terrorismo era “excelente, a pesar de las fricciones existentes en otros campos”, según un informe diplomático de abril de 2004.
Dicho informe especificaba que, “mientras el proyecto Megaports avanza a paso firme, el CSI ha encontrado dificultades tanto en Estados Unidos como en España. El hecho de que el 80% de los contenedores que proceden de Oriente Medio con destino a Estados Unidos pasen por puertos españoles hace que la participación de los puertos de Algeciras, Barcelona y Valencia sea esencial para la seguridad de Estados Unidos, lo que explica nuestras presiones”.

El escaneado de contenedores comenzó en Algeciras en junio de 2006 y, a finales de 2006 el proceso marchaba moderadamente bien, de forma que grupos de funcionarios del departamento de Energía Nuclear de Washington se trasladaron al puerto español para mostrar su funcionamiento a agentes chinos y de Taiwan.

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