Andrés Roca Rey y Alejandro Talavante salieron a hombros de la plaza de toros de en la segunda corrida del abono de la Feria del Caballo, después de cortar tres y dos orejas, respectivamente, a una destacada corrida de Jandilla. El público ha respondido llenando el coso jerezano en una atractiva corrida. El diestro peruano brilló en su primera actuación al cortar una oreja con una faena exigente que cautivó al público jerezano, especialmente con el quinto toro de la tarde, mostrando arrojo y valentía.
Por su parte, Alejandro Talavante demostró su condición de figura desde el principio, imponiendo una faena variada y con profundidad que le valió para cortar las dos primeras orejas del festejo. Pablo Aguado también dejó su sello al cortar una oreja, destacando su estilo personal en dos faenas, especialmente la torerísima labor al sexto toro, que de no ser por los fallos con la espada, habría sido premiada con las dos orejas.
El quinto toro de Jandilla destacó por su belleza, permitiendo a Roca Rey torear con facilidad y soltura en el tercio. El diestro peruano aprovechó la inercia del toro para realizar un comprometido quite de chicuelinas y tafalleras intercaladas. A pesar de la dificultad del animal, Roca Rey planteó una faena inteligente, arrastrando la muleta y desafiando con firmeza al toro, logrando momentos de intensidad y emoción, coronando su actuación con un espectacular estoconazo que le valió las dos orejas.
El primer toro de Jandilla mostró calidad en su embestida, siendo recibido por Talavante con elegancia en el capote. En la muleta, el diestro extremeño desplegó un repertorio variado de pases, dominando al toro tanto por el pitón derecho como por el izquierdo, culminando con una estocada entera que le permitió cortar las dos orejas.
La lidia del que cerró plaza, más acodado y terciado, presentó dificultades debido a las carencias de la iluminación artificial de la plaza, pero Pablo Aguado supo aprovechar las posibilidades del animal, realizando una faena suave y templada que destacó por su toreo en redondo y al natural, cortando una merecida oreja. En su primero había sido ovacionado.
