El Museo del Belén permanecerá cerrado del 16 de junio al 16 de septiembre, coincidiendo curiosamente con el periodo de mayor flujo de visitantes, según demuestran los datos del propio Instituto Nacional de Estadística (INE), que constatan que agosto y julio –por este orden- son los meses de más movimiento en los hoteles de Jerez.
Este equipamiento –de titularidad municipal- volvió a abrir sus puertas el pasado 1 de diciembre, haciéndolo además con vocación de permanencia y en base a un compromiso adquirido por la alcaldesa, María José García-Pelayo, con la Asociación de Belenistas de Jerez.
No en vano, en el acto inaugural, la propia regidora llegó a afirmar que gracias a esa decisión municipal en Jerez sería Navidad “los 365 días del año”.
Parece sin embargo que la realidad ha terminado imponiéndose. El Museo del Belén –al igual que ocurre con el de Lola Flores- está gestionado por Fundarte, una sociedad municipal obligada a la búsqueda de un equilibrio entre los ingresos y los gastos.
Sin embargo, ese objetivo económico parece estar lejos de alcanzarse al menos en lo que se refiere al museo enclavado en la calle Circo. En los meses de noviembre y diciembre, los costes de personal ascendieron a 13.839,88 euros, mientras que los ingresos por venta de entradas no pasaron de 8.191,82 euros.
No se han divulgado datos del periodo comprendido entre enero y mayo, pero todo apunta a que el museo ha empezado a acumular un déficit que hace insostenible que se mantenga funcionando también en verano a pesar de que es en esos meses cuando mayor flujo de visitantes registra la ciudad.