Ha muerto un icono del baile por buleríasde Jerez: Pepe El Zorri. José Domínguez Garrido nació en la calle Martín Fernández del barrio de San Miguel en 1935, a pocos metros de la casa natal de su prima Paquera de Jerez. La madre de ambos eran hermanas y por eso caminaron juntos en sus inicios artísticos, siendo Paquera una niña prodigio del cante y él en el apartado del baile a compás.
Se lo llevó su prima de turné por distintos escenarios de España, en aquellas giras donde también participaron otros como Farruco, Terremoto o El Lebrijano, “que por entonces era guitarrista”, me llegó a reconocer. Pronto dejó esa vida para formar una familia, pues la que era su novia, Carmela, le dijo a los treinta años que después de unos años de noviazgo“o una cosa o la otra”, y Pepe prefirió dedicarse a la venta en el mercado. Durante décadas no participó en más fiestas que en las familiares, donde nunca faltaba su pincelada por bulerías, pero hasta ahí. No obstante, por su gran afición, frecuentaba los tabancos de su barrio, del que nunca se alejó, para escuchar los cantes de Tío Mingo Rubichi, Alfonso El Berenjeno o Manuel Agujetas, su gran ídolo en el cante. También era muy terremotero.
Ya en su periodo de jubilación, se sumaba a algunas actuaciones con la Peña La Bulería y el grupo de mayores de la misma, con El Jali, El Mutilao, Juanerre o El Gran Roque, conformando un elenco admirado por la personalidad bailaora de cada uno de ellos. También compartió ratos impagables con El Gasolina, El Cañero o su gran amigo Diego Rubichi en El Tabanco, con la Peña Los Cernícalos. Era requerido por algunos artistas para que pusiera el broche de oro en sus espectáculos, a modo de fin de fiesta, pero esporádicamente. Es cuando fallece su señora cuando da nuevamente el salto a los escenarios junto a su nieta, la bailaora Saray García. “Mi Saray iba todos los días solas al Tablao Los Gallos a Sevilla, y yo le dije que yo la acompañaría cada noche. Estando allí me hicieron bailar y ya no he parado”, afirmaba en una entrevista que me concedió.
David Lagos lo incluyó en su espectáculo Made in Jerez, paseándose por países de Europa, y hasta llegó a ir a Japón en 2019, a dar cursos de palmas y a bailar. Era frecuente verlo en noches de Viernes Flamenco, Fiesta de la Bulería, zambombas en el Teatro Villamarta, algunas ocasiones en el Festival de Jerez, junto a Miguel Poveda y sobre todo en las calles de su barrio, de un sitio a otro. Miembro de la Peña Colchonera, de la Peña La Bulería y de la Peña Los Cernícalos, donde acudía cada tarde para participar en las clases, tan solo con su presencia, de la maestra Ana María López. Ambas peñas flamencas, así como el Tabanco El Pasaje, le rindieron homenajes que disfrutó y agradeció con su habitual semblante de nobleza y generosidad. Si por algo será recordado Pepe El Zorri es por ser buena persona, educado y elegante, respetuoso y siempre amigable. Era un gran anfitrión, acompañaba a muchos extranjeros a descubrir Jerez, sus calles y plazas, lugares con encanto. Un hombre que nunca tuvo una mala palabra hacia otra persona por eso las muestras de cariño en las redes sociales han sido numerosas y sentidas.