El aplazamiento de la procesión magna mariana al próximo sábado 19 de octubre no garantiza la ausencia de lluvias, toda vez que las previsiones meteorológicas que se hacen a largo plazo también advierten de un notable riesgo de precipitaciones para ese fin de semana.
Eso sí, en este caso
la ventaja es que la fiabilidad de las predicciones a largo plazo es bastante limitada y cabe la posibilidad de que la meteorología vaya evolucionando de manera más favorable a lo largo de la próxima semana.
Lo que parece cada vez más claro es que tanto el viernes 11 como el sábado 12 van a estar metidos en agua. Así al menos lo corrobora la
Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha elevado al 100 por cien la posibilidad de que llueva en ambas jornadas.
Tampoco el domingo esquivaría la lluvia.
Los hermanos mayores de las hermandades que participan en la Magna tienen previsto reunirse a última hora de este miércoles para adoptar la decisión de mantener la fecha inicial del 12 de octubre o retrasar la cita al sábado 19 y confiar en que la meteorología evolucione de manera favorable.
Un hipotético aplazamiento elevaría los costes que tendría que asumir cada cofradía, ya que de entrada los exornos florales tendrían que ser sustituidos. Pero hay más.
Hasta diez hermandades necesitarían buscar bandas de música alternativas, dado que las contratadas tienen otros compromisos el sábado 19.
La primera dificultad que se les presenta a estas cofradías estriba en localizar una banda alternativa, pero ahí no queda la cosa, ya que tendrían que abonar el importe del contrato del día 12 a la formación sustituida y el correspondiente al del nuevo contrato.
Con independencia del sobrecoste económico que supone la renovación de las flores –que afectaría a las 37 cofradías- y el cambio de banda –que en principio tendrían que asumir otras diez-, hay que tener en cuenta que la mayor parte de los cabildos generales han aprobado ya los presupuestos del presente curso.
Eso significa que
legalmente las juntas de gobierno no pueden asumir ese sobrecoste, ya que precisan del refrendo de los hermanos. Deberían en cualquier caso recurrir a la vía de la donación con un fin determinado.
En el pleno de hermanos mayores las opiniones son encontradas.
Las cofradías que van a poner en la calle a sus dolorosas bajo palio por primera vez –gracias a cesiones de hermandades de fuera de la ciudad- parecen a priori las más interesadas en un aplazamiento que les permita cumplir ese sueño.
No piensan lo mismo muchas de aquellas de las que procesionan habitualmente en Semana Santa, sobre todo si se encuentran con problemas añadidos como la necesidad de contratar una nueva banda ante la imposibilidad de contar con aquella con la que ya se habían comprometido.
La intención del Consejo es que ese hipotético aplazamiento al sábado 19 cuente con la unanimidad de todas las cofradías que tienen previsto participar en la Magna, algo que a priori se antoja difícil. Claro que a día de hoy cualquier cosa es posible.