Clarke, de 43 años, se hizo profesional en el 91 y logró su primera victoria en el Tour Europeo en el 93. Es uno de los jugadores que más veces se ha caído y levantado, como él mismo reconoce, y ha pasado no sólo por baches en el juego sino por momentos complicados en su vida personal: su mujer, Heather, falleció a causa de un cáncer dos meses antes de la Ryder Cup del 2006, que se jugó en The K Club en Irlanda, siendo una de las más emotivas que se recuerdan; Darren protagonizó una gran actuación sumando tres puntos.
Clarke es un jugador muy popular, famoso por la pasión que trasmite, sobre todo cuando se trata de la Ryder Cup, su competición favorita. Ha participado en cinco ocasiones, de las cuales en cuatro se impuso el equipo europeo, siendo la primera en 1997 en Valderrama bajo la dirección de Seve Ballesteros. En la última disputada en Celtic Manor actuó como vicecapitán de Colin Montgomerie.
En julio vio uno de sus sueños cumplidos: después de intentarlo durante veinte años, por fin, en Royal St. Georges, se hizo con el Open Británico, el Grande por excelencia, imponiéndose por tres golpes de ventaja sobre los estadounidenses Phil Mickelson y Dustin Johnson. La celebración fue proporcional al tiempo de espera, y así, el lunes, al asistir a la rueda de prensa y reportaje fotográfico acostumbrado con los ganadores del Open, compareció “feliz y sin haber dormido en toda la noche”.
Clarke ha constituido una fundación cuyo lema es “fomentar la buena voluntad a través del golf y mostrar a los niños que este es un deporte sano basado en la integridad y la honestidad, que se puede practicar a cualquier edad”. A través de dicha fundación contribuye al desarrollo del golf entre los jóvenes en Irlanda y, además, organiza torneos y distintas actividades con el fin de recaudar fondos que destina a la investigación contra el cáncer de pecho.
El actual campeón del Open Británico siempre ha manifestado su atracción por Andalucía y hace todo lo posible por no fallar a las citas del Circuito Europeo en tierras andaluzas, viéndose correspondido en 1998 con su victoria en el Volvo Masters celebrado en Montecastillo.
Se declara seguidor acérrimo del Liverpool F C, como a muchos golfistas le apasiona la pesca -especialmente la del salmón-, y con su gran amigo el andaluz Miguel Ángel Jiménez comparte la afición por los buenos cigarros puros, los buenos caldos de nuestro país, y los buenos automóviles. Que es uno de los personajes más carismáticos de Irlanda del Norte, no cabe duda, donde incluso le han dedicado un sello postal.
