Más allá de los posibles conflictos institucionales, que tanto nos parecen gustar; más allá de la reunión del consejo de administración prevista para la tarde del próximo jueves o más allá de ese paso al frente que dieron desde la Plataforma Salvemos al Xerez para que no haya deserciones jerezanas en el consejo, aunque todo hace indicar que los dos representantes municipales no van a estar el jueves en secretaría porque no tienen aún en su poder la documentación pertinente que les faculta como representantes; escribo, que más allá de todo eso hay que quedarse con lo positivo, con ese sumar y no restar que acuñé la pasada semana en este mismo rincón de opinión. Lo positivo es que Miguel Ángel Rondán, desde su puesto de director deportivo, y el propio consejo se encontraron a su llegada con una plantilla de catorce jugadores, más dos canteranos, que tenían un coste de 2.292.000 euros y que, al día de la fecha, el Xerez cuenta con un plantel de 22 jugadores, uno es amateur compensado como es el caso de Toni Lechuga, y el coste de la plantilla es exactamente el mismo con el que se toparon al aterrizar. Es decir, que el gasto de la plantilla es de 2.292.000 euros, después de que hayan llegado los Ruz, Iago Bouzón, Rafa García, Sidi Keita, Álvaro Rey, Adrián Ruiz, Tati Maldonado, David Prieto o Lucas Porcar. Incluso hay dos jugadores que van a tener minutos en Segunda B, como son los casos de Gonzalo Poley y Adri Cuevas, lo que puede ser tremendamente interesante para un futuro cercano. Pero es que, además, de cara a esa economía totalmente de guerra en la que se encuentra inmersa la entidad, hay jugadores de un perfil de futuro que pueden terminar dejando beneficios en las arcas. ¿Si a Toni se le sigue proyectando no puede ser un futuro traspasable? ¿Álvaro Rey o Adrián Ruiz no pueden ser jugadores, por edad, que se pueden poner en el mercado a poco que tengan opciones y den el rendimiento que se espera de ellos? ¿O incluso no pueden ser factibles de traspasos los Poley y Adri Cuevas que van a estar en candelero en Segunda B, como ocurrió en su momento con Güiza, al que se traspasó estando en el Dos Hermanas?
Esa labor que se ha hecho en los despachos, que ahora lógicamente debe ir cosida a los resultados de cada jornada, es resaltable y así hay que hacerlo. En tiempos de dificultades, como las que pasa el Xerez, y como estamos pasando, desgraciadamente, todos o casi todos, hay que vender positivismo, que de negatividad ya está llena la sociedad, ya están llenos los informativos radiofónicos o televisivos o las páginas de los periódicos con los que nos desayunamos cada día. Positividad para todos, pero también para un Xerez que está necesitado de ella. Positivo, por ejemplo, ha sido el acuerdo que se ha alcanzado con el nuevo autocar que va a llevar a la plantilla por media España y parte de la otra; positivo son los recortes que están existiendo en muchas parcelas del club; positivo es que, en ocasiones, se mire hacia otro lado y no se quiera entrar en polémicas que pueden ser estériles. No está el Xerez para polémicas, sino para generar ilusión. Una ilusión, ojo, dentro de los cánones normales, de un trabajo serio, honesto y a ser posible clarificador. Que no haya nada que esconder y que si en un consejo hay que enseñar cuentas y proyectos se presente. Pero todos ayudando y resaltando lo positivo, que también lo hay.