A lo largo de su casi año y medio de mandato ha habido pocas ocasiones en las que la alcaldesa de Jerez se ha podido mostrar abiertamente feliz y satisfecha ante los medios de comunicación. Una de esas ocasiones llegó hace apenas dos semanas, después de la reunión convocada a las siete de la mañana con los representantes de los grupos de la oposición. El encuentro fue propiciado a raíz del debate sobre el estado de la ciudad y en el mismo se intentaron sentar las bases de unas relaciones más cordiales y comprometidas con el futuro de la ciudad entre todos los grupos municipales. García-Pelayo se mostró muy satisfecha del resultado, no pudo ocultarlo, entre otras cosas porque el paso dado ante la oposición respondía claramente a la nueva política abanderada por Antonio Sanz como secretario general del PP en la provincia -“PP y PSOE tenemos que ir unidos de la mano”, llegó a decir-. Apenas culminada aquella reunión el delegado de Economía, Enrique Espinosa, convocaba a PSOE, Foro e IU a una reunión para la comisión de seguimiento presupuestario, mientras se tomaba contacto con Deloitte para convocar otra reunión a petición del Foro Ciudadano en la que abordar el procedimiento llevado a cabo por la consultora responsable de los EREs.
Decir que el entente cordial apenas duró un suspiro puede resultar exagerado, pero no que el Gobierno local apenas tuvo tiempo para digerir su triunfo, ya que en apenas cuatro días el PSOE ofrecía una rueda de prensa en la que respaldaba sus teorías sobre la “purga política” en el Ayuntamiento a partir de un listado en el que la plantilla municipal aparecía clasificada en función del partido que gobernaba la ciudad cuando cada trabajador fue contratado.
Los populares se sintieron traicionados y anunciaron una querella contra los socialistas, aunque la ruptura de relaciones en toda regla tardaría aún en manifestarse con mayor intensidad. Lo ha hecho esta semana, en la que tanto PSOE como Foro han desbaratado los planes de cordialidad del Gobierno con gestos más que palpables: en primer lugar, su ausencia en los actos institucionales convocados durante el día del Patrón; y, en segundo lugar, rechazando las invitaciones a las reuniones convocadas -Foro no acudió ni a la de Economía ni a la solicitada con Deloitte, mientras que PSOE e IU sí acudieron a la de Economía, pero no a la de Deloitte, argumentando que ellos no la habían solicitado-.
De por medio, la otra gran cuestión de la semana: la aparición de la alcaldesa en el programa El gato al agua, de Intereconomía, en el que explicó la deuda municipal, determinadas y peculiares características de la plantilla del Ayuntamiento y defendió las medidas del plan de ajuste, provocando un aluvión de críticas a través de las redes sociales ensalzadas un día después desde el espacio El intermedio de La Sexta, donde dejaron en entredicho los argumentos de García-Pelayo sobre las políticas de pactos.
la tormenta perfecta
Como en política no ocurren las cosas por casualidad, tampoco resulta equivocado plantearse si detrás de la estrategia compartida por PSOE y Foro -fundamentalmente- hay algo más. En este sentido, resulta cuando menos llamativo que en la misma semana en la que se han publicado los datos de una nueva encuesta que deja a los pies de los caballos a la clase política española, haya tanto interés por escenificar en Jerez la más palpable de las rupturas entre los partidos de la oposición y el del Gobierno.
Cabe pensar que todo es consecuencia del ambiente combativo que se respira a nivel nacional contra el PP y contra las políticas neoconservadoras del Gobierno central, trasladado en este caso a una situación local. Pero de fondo palpita otra cuestión: la concesión de la gestión del ciclo integral del agua, cuyo proceso puede desembocar en esa tormenta perfecta a la que aspira a la oposición para desestabilizar por completo las opciones electorales de futuro del PP en la ciudad.
No hay que olvidar que la alcaldesa viene insistiendo, por activa y por pasiva, en la importancia vital que para su programa de gobierno tiene la operación de la concesión del agua, ya que supondrá disponer de unos fondos extraordinarios desde los que afrontar sin riesgos los pagos a la plantilla, a las concesionarias, a Seguridad Social y Hacienda, y afrontar desde una posición de solidez la recuperación económica del Ayuntamiento y, por ende, de la ciudad. Sin embargo, ¿qué puede ocurrir si el concurso queda desierto?
Por lo pronto, el plazo de presentación de ofertas se ha ampliado quince días más, y la oposición sabe que si en dos semanas no hay ni una sola oferta encima de la mesa, el Gobierno va a tener muchas dificultades para salir adelante, o lo que es lo mismo: intensificación de la crispación social, manifestaciones, protestas..., todo un cúmulo de contratiempos de los que la oposición ya ha empezado a sacar partido esta semana borrándose de los actos institucionales, mostrando abiertamente su rechazo a tomar contacto con cuestiones relacionadas con la gestión municipal y palpando cómo respira el ciudadano a través de las redes sociales contra los gestos del propio Gobierno municipal.
Si desde la Alcaldía se ha vendido la piel del oso antes de cazarla será algo que se verá con el tiempo. Como apuntábamos hace unas semanas, los planes de prosperidad de la alcaldesa son tan a corto plazo, y pasan por una cuestión tan concreta, que saldremos de dudas muy pronto, pero por ahora no se respira un ambiente demasiado tranquilo, y solo cabe esperar que si falla el plan A, el Gobierno tenga previsto un plan B.
La criticada aparición de Pelayo en Intereconomía
Tanto PSOE como Foro se han referido a las declaraciones de García-Pelayo en Intereconomía. El partido de Pacheco aludió a las declaraciones “incendiarias” de la alcaldesa y “no tiene más remedio que condenar y lamentar públicamente la aparición ‘estelar’ en uno de los episodios más bochornosos y sonrojantes de la historia de la política municipal”. El PSOE, por su parte, señaló que “es lamentable que la señora Pelayo acuda a un programa de televisión a contar mentiras sobre Jerez, desprestigiar a los trabajadores públicos y mofarse de la situación que atraviesa la ciudad. Todo ello cuando en la ciudad se volvían a repetir las protestas de trabajadores públicos”.
Desde el PP han insisto en la necesidad de que los grupos políticos de la oposición “se impliquen y participen en el proceso de recuperación socioeconómica de la ciudad, porque es tarea de todos buscar un futuro para Jerez y para los jerezanos. Se trata una responsabilidad histórica de la que el PSOE rehúsa, olvidando que fue uno de los principales culpables de la ruina del Ayuntamiento y, por tanto, de la difícil situación que atraviesa la ciudad”.