La sección sindical de CCOO en el Ayuntamiento ha remitido un escrito a la alcaldesa, María José García-Pelayo, en el que pregunta “si es cierto” que el Consistorio y la Unión de Hermandades van a suscribir un convenio en virtud del cual se ofrecerán subvenciones anuales de 60.000 y 40.000 euros al desarrollo de iniciativas de carácter social y conservación del patrimonio histórico, respectivamente.
De ser así, la sección sindical expresa su “más enérgica protesta”, ya que entiende que “no es de recibo” que el Ayuntamiento “se permita el lujo de disponer de esa manera del dinero público”.
El pleno de hermanos mayores aprobó el pasado viernes una propuesta de convenio que contempla la apertura de sendas líneas de subvenciones a las hermandades. La primera de ellas, dotada con 60.000 euros anuales, tiene como objetivo contribuir a la financiación de iniciativas de carácter social; mientras que la segunda, de 40.000 euros, estaría encaminada a subvencionar proyectos relacionados con la conservación del patrimonio.
La propuesta de convenio contempla como iniciativas susceptibles de acogerse a esa línea de subvenciones aquellas encaminadas al sostenimiento de comedores sociales, al desarrollo de programas dirigidos a personas en riesgo de exclusión social, atención a inmigrantes y transeúntes, ayudas para cubrir necesidades de primer orden de familias sin recursos o acciones de sensibilización dirigidas a la ciudadanía en general en relación con la integración social y laboral de las personas con discapacidad de manera que se contribuya a eliminar prejuicios y barreras, entre otras.
Cesión del patrimonio
De manera paralela, las hermandades adquieren el compromiso de ceder al Ayuntamiento aquellos enseres de su patrimonio que les pudieran ser reclamados con el objetivo de dotar de contenido a un futuro museo, que el Gobierno local pretende que contribuya a la dinamización cultural y turística del centro de la ciudad.
La propuesta de convenio también recoge el compromiso municipal de trabajar en la futura cesión de una nave que pueda servir de almacén para las cofradías.
El acuerdo, que está pendiente de rúbrica, supone además la renuncia de las hermandades a que el Consistorio asuma en adelante el montaje de la Carrera Oficial.
