“España es un país de pícaros. La picaresca la hemos inventado los españoles”, asegura Alfonso Zurro, director y autor de la adaptación que la compañía Teatro Clásico de Sevilla ha llevado a cabo de ‘El Buscón’ de Quevedo. En este espectáculo, que podrá verse mañana jueves día 14 de marzo en el Teatro Villamarta, conviven dos épocas: la del Siglo de Oro y la España actual.
Zurro parte de una premisa: “Todo clásico siempre se ve desde los ojos de la época del espectador que lo lee o contempla”. De ahí que haya decidido actualizar este ‘Buscón’ sin que pierda por ello su carácter original. Por un lado, la acción transcurre en pleno siglo XVII y, por otro, va más allá y se traslada a nuestra época.
En este juego de la temporalidad, de los dos puntos de vista históricos sobre una característica propia de nuestra sociedad, Alfonso Zurro pretende hacer más accesible al público una trama que rebosa de pintorescos y picarescos personajes. La transición entre las dos épocas se hace a través del vestuario o de los diálogos. Y llega un momento en que ambas se funden en la escena final.
‘El Buscón’, considerada una de las obras fundamentales de la picaresca como género, narra las vicisitudes de Pablos, un miserable que quiere subir en la escala social cueste lo que cueste. Se trata de una obra divertida, donde los infortunios del protagonista, narrados por él mismo, mueve al espectador a la risa.
El público se encontrará, por tanto, con un cúmulo de situaciones, personas, incidentes y espacios que generan una complejidad añadida para su adaptación teatral.
Entre las dificultades a las que ha tenido que enfrentarse Alfonso Zurro, cabe destacar que la novela aparece construida como una sucesión de sainetes sin aparente conexión entre sí y la aparición de una multitud de personajes que se cruzan con el camino del protagonista. “Ha sido todo un reto”, afirma el director de escena.
Gran número de personajes
La variedad y gran número de personajes –hasta un total de 60- son interpretados por sólo 7 actores, lo que obliga al elenco artístico a encarnar una amplitud de registros. “Este ‘Buscón’ es muy rico en matices, divierte mucho al público transportándolo de una época a otra en cuestión de segundos”, señala Manuel Monteagudo, uno de los actores que forma parte de esta propuesta.
Además de Pablo Gómez-Pando, en el papel protagonista, y Manuel Monteagudo, el resto de la compañía está formada por Manuel Rodríguez, Antonio Campos, Juan Motilla, María Paz Sayago y Paqui Montoya. Todos ellos proceden de la ‘Generación de Oro’ del teatro sevillano, cantera que vio surgir el talento de artistas tan conocidos como Paco León o Antonio Dechent.
Estrenada en junio del pasado año, ‘El Buscón’ de Quevedo ya ha hecho su presentación en algunos de los festivales nacionales más destacados. Además, el trabajo de la compañía Teatro Clásico de Sevilla ha sido reconocido con los Premios Escenarios en 2012 al Mejor Espectáculo y al Mejor Actor. Éste último ha recaído en Pablo Gómez-Pando.
Teatro Clásico de Sevilla es una compañía creada con el fin de cubrir un hueco dentro del panorama actual de las artes escénicas: el teatro clásico. Compuesta por profesionales que proceden de diferentes ámbitos, trata de acercar piezas clásicas del teatro español a un público cada vez menos acostumbrado a ellas.
