Más de doce mil alumnos; más de cien hermanos de La Salle y más de cien profesores han pasado por las aulas del Colegio La Salle Mundo Nuevo-Sagrado Corazón que mañana, día 4 de noviembre, cumplirá sus primeros ciento veinticinco años de existencia. Una efemérides que pregonará, en un acto que arrancará a las 18.30 horas en el salón de actos del colegio, el antiguo alumno Benito Ortegón Castellano. En ese mismo acto se presentará el cartel de estos ciento veinticinco años y que ha sido donado por David Brenes Lastres. La presentación del programa de este aniversario correrá a cargo del director del centro, José Antonio Romero García, que es seglar y no hermano lasaliano, esperándose además la presencia de la alcaldesa, María José García-Pelayo, y del Hermano Visitador del Sector de Andalucía, Juan González.
un poco de historia
En el año 1882 funcionaba en Je una asociación de caballeros católicos cuyo fin era el sostenimiento de escuelas gratuitas para niños pobres. Su presidente, Pedro Domecq y Loustau conocía el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y sus fines y, tras conversaciones y gestiones varias,
se inauguró la Escuela de San José, la “casa-madre” en nuestra ciudad de la comunidad de La Salle, el día 9 de octubre del citado año, fiesta del Patrón de la ciudad, San Dionisio, en una modesta casa de la Plaza de Basurto. Vinieron cuatro hermanos para encargarse de la escuela: los Hermanos Lucidas José (francés y director de la Escuela), Eusebio José, Cecilio Juan y Florencio Luis (catalanes). La Escuela tenía entonces tres clases y 220 alumnos. El 8 de junio de 1886 se incorporó un quinto Hermano para la cuarta clase. Con la mencionada cuarta clase se llegó al número de trescientos alumnos, todos los cuales recibían enseñanza de forma gratuita. El 7 de septiembre del mismo año, Pedro Domecq traslada la escuela a unas dependencias en la plaza de Aladro, n.º 2, a la espalda del palacio. De nuevo es la falta de espacio a una creciente demanda la que obliga al tercer y último traslado. Los locales de la plaza de Aladro se clausuran como centro de enseñanza el 8 de diciembre de 1918. El edificio más amplio y más habilitado se encontraba en la casa conocida como Los Diezmos , en la calle Porvera. En ella, se amplía el colegio hasta las siete clases y una comercial y, con las sucesivas reformas, tendrá la estructura que actualmente posee.
Antes, en el siglo XIX, y en otro barrio, en el Mundo Nuevo, en diciembre de 1887 un grupo de jerezanos envió una petición al Ayuntamiento para que sufragara la mayor parte de los gastos de la edificación de una escuela. Con la importante financiación de Carmen Núñez de Villavicencio, su fundadora, y, en todo momento con la incesante actividad de Juan Domínguez Atienza, se fundó el colegio del Sagrado Corazón de Jesús. El 4 de noviembre de 1888 se colocó la primera piedra en el número 20 de la calle Rayón. El primer curso se inauguraría el 8 de septiembre de 1889, con una comunidad de cinco hermanos: Bernard Sulpice, francés, como director; Atanasio Pedro, gerundense; Frutos María, palentino; Fernando José, conquense, y Joaquín Motta y dos Santos, portugués. Estos hermanos educaban a una concurrencia de 250 alumnos diurnos, en cuatro clases y un número considerable de adultos en horario nocturno.
La escuela se fue ampliando y en diciembre de 1917 se compró un terreno colindante. En 1938 se compró un solar anejo a la escuela para que ésta pudiera en un futuro ampliarse. En el mes de noviembre de 1957 se consigue un magnífico solar de 400 metros cuadrados colindantes, con vistas a futuras edificaciones, para el complemento profesional y técnico del alumnado. Cuando este objetivo llegó a realizarse, se alcanzó el ideal de una obra completa para este barrio del Mundo Nuevo como era la del Colegio La Salle Sagrado Corazón de Jerez. Esta gran obra se hizo en la etapa de otro de los grandes Hermanos de La Salle en la historia de Jerez, el Hermano Tomás Bengoa.
Antonio Mariscal cuenta en su blog que “en 1948 el Hermano Tomás llega Jerez donde permaneció durante casi tres décadas. En 1954 llegaría al Mundo Nuevo, tras su paso previo por San José, con la ilusión de ampliar las posibilidades educativas con una escuela de formación profesional, dado que la única existente en Jerez era la de los Salesianos, situada ésta en el otro extremo de la ciudad. El primer obstáculo que debería superar era el de la compra de un campo anexo al colegio. Pero de momento no podía contar con ello, ya que sus propietarios se negaban a venderlo. Un día surgió el milagro: los dueños de la finca le ofrecieron todo el terreno que necesitara a un precio de favor, a 75 pesetas el metro cuadrado. Pero se hacía necesario otro milagro, el dinero para construir. El Hermano Tomás se fue a ver al marqués de Domecq que le prestó un millón de pesetas que, al acabarse y estando lejos de verse terminada la obra, obligó al Hermano Tomás a volver a requerir su ayuda. En esta nueva ocasión le prestó otro millón y le condonó la deuda anterior. Ello unido a varias donaciones anónimas, entre ellas una de doscientas mil pesetas y una ayuda de quinientas mil enviada por el ministro de Educación, el jerezano Lora Tamayo, hicieron posible la total realización de tan anhelado proyecto. Las obras finalizaron el 21 de octubre de 1964. En julio de 1965 llegó la noticia de que el Ministerio de Educación había concedido al Hermano Tomás la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio, como recompensa a toda una vida ejemplar dedicada a la enseñanza. Al mes siguiente todo Jerez le tributó un gran homenaje al que asistieron autoridades, compañeros, claustro de profesores del Instituto P. Luis Coloma y académicos de la de San Dionisio. Por su parte, el secretario de Ayuntamiento dio lectura al acta por la que se le nombraba Hijo Adoptivo de la ciudad, así como la rotulación con el nombre de Hermano Tomás Bengoa a una calle del barrio de Vallesequillo, cercana al colegio del Sagrado Corazón. El 13 de enero de 1975 cuando ya contaba con 89 años de edad, el Hermano Tomás abandonaría para siempre nuestra ciudad”, dejando el legado del Colegio.
Ocho niños perdieron la vida en Sanlúcar
Juan Leiva, columnista de este periódico, fue un superviviente de un día trágico en la historia de estos 125 años. Lo cuenta en Gente y Habitantes de Jerez. “El 14 de junio de 1945 amaneció un día espléndido. La calle Ventura Misa, a las 8 de la mañana, era un hervidero de alumnos y padres. Todo auguraba un buen día de primavera para los excursionistas, alumnos del Colegio La Salle Mundo Nuevo, a la playa de Sanlúcar. Era el mejor obsequio que hacía el Hermano Director, Ginés de María, al curso que había finalizado con las mejores tareas escolares. Serían las doce cuando llegaron a la playa, frente al paseo de la Calzada . Un fuerte viento comenzó a desatarse desde el mar derrochando espumas blancas en la orilla. Nueve niños corrieron hacia una barca que se balanceaba. Varios pescadores que recogían cáscaras de ostiones en la orilla les avisaron de que tuvieran cuidado, pero a uno de los chavales se le ocurrió quitar el ancla que sostenía amarrada la barca. Otro sacó los remos y los demás saltaron hasta meterse dentro. En unos minutos la resaca arrastró la barca hasta colocarla en medio entre el coto de Doñana y la playa. De pronto, una ola terrible con un rugido estremecedor subió desde lo más profundo. El pánico sobrecogió a los nueve niños y el bote volcó sin remedio. El Hermano Javier, el más joven de los profesores, se despojó del hábito y llegó hasta donde estaban los niños. Sólo pudo sacar a este cronista, Juan Leiva”. Ocho niños perdieron la vida. Un día trágico.
750 alumnos de todos los niveles en un centro lleno de vida
Unos setecientos sesenta alumnos acoge en estos momentos el Colegio La Salle Mundo Nuevo-Sagrado Corazón, que tiene una extensa oferta educativa con Infantil, Primaria, Secundaria, dos líneas de Bachillerato, los ciclos formativos de Grado Media, de Electricidad, Administración e Informática, además de cursos para desempleados en jornada vespertina, lo que hace que la actividad en el centro sea constante a lo largo de todo el día, ya que, como indica su director, José Antonio Romero García, el objetivo es “mantener la puerta abierta”.
Unos cincuenta profesores conforman el claustro, con dos hermanos que dan clase, dándose la circunstancia de que “aquí tienen su casa los hermanos de La Salle que están en los tres centros de la ciudad, dan clases en los distintos centros pero su comunidad se encuentra en este colegio”. Un colegio con una vida intensísima a la que ayudan “la Asociación de Antiguos Alumnos, el AMPA, la Asociación de Mujeres Lasalianas, la peña Recreativa y Cultural que lleva el nombre del hermano Roberto Arranz; el Grupo Scout, el Grupo de Veteranos de la Asociación Deportiva Mundo Nuevo, el PROYDE (Promoción y Desarrollo) que es una ONG propia de La Salle; el Grupo de Catequesis, ya que los niños y niñas hacen aquí la Primera Comunión, la post catequesis que son los viernes, tenemos abierta la cantina del colegio y la vida es muy importante a través de todo el día”.
Y este año además toda esa actividad se jalonará con “actividades deportivas, teatrales, conciertos, conferencias, tertulias y destacaría, para octubre de 2014, la Peregrinación Mariana Salesiana a Nuestra Señora de la Estrella, en el Colegio San José. Vendrán representaciones de todos los colegios de La Salle del sector de Andalucía, que engloba a veinte centros entre las ocho provincias andaluzas y Melilla. Entendemos que podrán estar ese día en nuestra ciudad alrededor de mil quinientas personas. Creo que es un acto muy importante a destacar”.
Será el día 28 de junio de 2014 cuando se lleve a cabo la clausura de los actos con una Eucaristía que “queremos que presida el obispo de Asidonia Jerez, don José Mazuelos”. Antes, el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada, se celebrará el Día del Antiguo Alumno “porque queremos que en estos actos todos los grupos tengan su contenido”.
Y los actos se pueden encadenar con proyectos que están ahí esperando, como “la construcción de un campo de césped artificial y completar un complejo deportivo”.