Ricardo aseguraba ayer en Cope Jerez que “esta semana me quito de enmedio, porque esto ya es inaguantable”, matizando que “no van a existir contraprestaciones ni para mí ni para Energy”. Además, decía que el Xerez le había costado dinero. Increíble, pero cierto.
  La comedia continúa. Ya no cree absolutamente nadie. Ni las peñas que se quedaron al lado del Xerez Club Deportivo. Nadie, absolutamente nadie le cree. Dice que hay dos o tres grupos. Todo el mundo está loco por hacerse con la ruina. Evede no llega hasta este miércoles. No hay hora para hablar, hay que concretar. En estos momentos la opción de los mallorquines parece que se aleja, con lo cual Paco Higuera, si no hay  acuerdo con el grupo que representa Kiko Joya, podría abandonar de inmediato el club.
Anoche hubo una reunió con Franja Sport, la empresa que ha pagado ya los autobuses de aquí a final de campaña y que ha traído a algunos jugadores, como Jaime. En estos momentos puede parecer la opción más viable. Parecen dispuestos a aportar una cantidad de dinero, no más de veinte mil euros, para terminar la temporada y luego ya se verá qué es lo que ocurre.
E incluso habla Ricardo García de un tercer grupo. Hay rumores de toda clase y de todo tipo, pero lo cierto y verdad es que todo parece muy enredado, a pesar de que Ricardo afirme que esta semana se marcha. No se sabe de dónde, porque en Jerez ni está ni se le espera.
Los que entren, si entra alguien, deben saber que en el club le esperan dos trabajadores que llevan ocho meses, ocho, sin cobrar. Ahí se pueden ir unos veinte mil euros. Y hay que pagar doce arbitrajes a una media de 380 euros y hay que pagar los desplazamientos de la cantera y hay que atender, de cara a un futuro, los impagos que se han ido sucediendo con los despidos, con los proveedores y demás. Hace falta un dinero para cerrar la temporada y después si se quiere que el equipo continúe hay que apostar mucho dinero sin saber para qué.
En definitiva que la comedia continúa, que Ricardo dice que se va, pero continúa. Igual que decía Morales, que se iba pero siempre aparecía detrás de la mata.