El Prendimiento preludia ya la pronta reapertura de Santiago

En estos últimos meses, el Obispado de Asidonia-Jerez ha invitado a diversos colectivos a conocer el estado de las obras de rehabilitación de la iglesia de Santiago. Estas visitas han permitido conocer los avances llevados a cabo en el interior del templo y pensar en su pronta reapertura al culto.
La visita de este lunes tuvo si cabe un mayor significado, por cuanto quien regresó a Santiago fue el mismo Señor del Prendimiento. Casi once años después de abandonar su casa, el patriarca del barrio de Santiago se adentró en su templo pasadas las tres de la tarde. Lo hizo casi a escondidas, sobre el paso de salida del Cautivo de El Puerto de Santa María y vistiendo sus mejores galas.
Minutos antes de las seis de la tarde marchaba para el centro de la ciudad. La visita duró algo menos de tres horas, pero bastó para certificar que la iglesia se encuentra ya muy cerca de su definitiva reapertura al culto, algo que si no ocurre nada extraordinario se producirá a lo largo de esta próxima primavera.
Al filo de las seis de la tarde, el Señor del Prendimiento deparó la fotografía más esperada de estos últimos años, recortando su silueta ante la portada gótica de una iglesia que Jerez estuvo a punto de perder y que hoy parece dispuesta a seguir siendo catedral del barrio de Santiago.
Después de unos minutos ciertamente mágicos, el Señor del Prendimiento puso rumbo a la Santa Iglesia Catedral, donde pasadas las ocho de la tarde dio comienzo el Vía Crucis de las Hermandades, que anualmente se celebra el primer domingo de Cuaresma.
Ante la fuente de Santiago se escuchó una primera saeta. Antes y después, la música de capilla. Nutrido cortejo de hermanos; representaciones de distintas cofradías; y la oportunidad de que numerosos jerezanos y jerezanas llevaran al Señor sobre sus hombros. Luego llegaría el Vía Crucis en la Catedral y el regreso a la capilla de San José. Pero lo importante es que el Prendimiento volvió en la tarde de este lunes al interior de Santiago, aunque aquello apenas durara un par de horas.