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Jerez

“Los convenios colectivos hacen alusión a los puestos no al sexo”

“Sigue habiendo un techo de cristal importante. El número de mujeres directivas no es suficiente todavía” | “Buscamos una continuidad para ayudar al tejido empresarial femenino de la provincia, y asesorar y acompañar a las mujeres”

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  • Gemma García

La jerezana Gemma García Bermúdez ha sido recientemente elegida como presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesional de la provincia (AMEP). Ha sido elegida para presidir una isntitución que, según ha indicado su nueva representante, “actúa de forma coordinada y complementaría a la Confederación de EMpresarios de Cádiz (CEC).

¿Con qué retos comienza esta nueva etapa al frente de la AMEP?
—Buscamos una continuidad para ayudar al tejido empresarial femenino de la provincia y ayudar en su labor de asesoramiento y acompañamiento para todas esas mujeres que lo necesiten, pero también sobre todo ayudando a las que quieren emprender y que necesitan que alguien les eche una mano para poder hacerlo. Tenemos el reto de hacer extensivo a todas las mujeres empresarias de la provincia que comprendan la necesidad de estar asociadas y de pertenecer a nuestra asociación porque así podemos obtener mejores proyectos para todas las mujeres empresarias.

¿Por qué entonces es necesario asociarse? ¿Por qué una asociación específicamente de mujeres empresarias?
—La Asociación de Mujeres Empresarias de la provincia está dentro de la Confederación de Empresarios de la provincia y, al igual que puede estar otra asociación, hacemos lo mismo que hace la asociación de cabecera, simplemente que nos dedicamos a temas específicos, pero nuestra acción es siempre complementaria a la de la Confederación de Empresarios de la provincia.

¿Pero no existe una asociación de mujeres porque sea necesario defender a las mujeres en este ámbito?
—No existe una asociación porque existan unas diferencias, sino que su función es complementaria. Efectivamente, quedan terrenos por conquistar para las mujeres, pero simplemente es que nosotros hacemos más hincapié en medidas específicas de apoyo a las mujeres empresarias. De hecho hay un trabajo conjunto entre la Confederación de Empresarios y los proyectos que nosotros estamos llevando a cabo, como los proyectos de ayuda e incentivo para el emprendimiento.

Las universidades tienen desde hace unos años mayoría de mujeres. En cambio eso no tiene ningún reflejo en los cargos directivos de las empresas ¿es un techo de cristal o un suelo pegajoso?
—Sigue habiendo un techo de cristal importante. El número de directivas y de profesionales con cargos no es suficiente todavía. Es cierto que existe una ley de igualdad, pero de momento no es una ley obligatoria, entonces aún no se tiene la conciencia de poder acceder a un puesto importante en base a tu valía y tus capacidades. Se tiene la conciencia de que la necesidad de cubrir un puesto no conlleva a una mujer: no se realiza una prueba ambos sexos para probar capacidades. Normalmente se tiende a ofrecer estos puestos a figuras masculinas. Creo que es necesario que se ayude a que los puestos directivos sean ocupados por las personas más preparadas. No creemos que tenga que haber una tendencia a ocupar puestos en relación al sexo de las personas, sino a valorar igualmente ambos sexos en función de las capacidades. 

¿Cree que hay obstáculos abiertos para acceder a cargos directivos o es más bien una falta de referentes femeninos los que hacen que las mujeres no se atrevan a ascender?
—Las cosas han cambiado mucho, los papeles están ahora más compartidos, pero las mujeres no terminan de dar el gran paso hacia la igualdad. Yo siempre digo que no es cuestión de sexo: la igualdad no es cuestión de que un sexo pisotee al otro, sino de valorar a las personas por cualidades y aptitudes personales. Hay que reconocer el mérito obtenido.

¿Qué problemas encuentra un emprendedor hoy? ¿Y qué problemas añadidos encuentra una mujer emprendedora?
—Problemas de financiación. Tanto los emprendedores como las emprendedoras, pero a ello hay que sumar que una mujer tiene problemas a la hora de crear autoempleo la mujer, porque aún no sé comparten las cargas familiares. La balanza ahí aún está inclinada hacia las mujeres. Es verdad que ha variado mucho el número de mujeres que piensan en emprender y el emprendimiento se ha perfilado como una opción válida después de la crisis que hemos vivido, y es una opción válida a la hora de buscar el sustento de sus propias familias.
El sentimiento de emprender afloró en las mujeres que, a pesar de eso, no están exentas de dificultades por una cuestión de iniciativa, por cuestiones económicas, pero el número se decanta en favor de la mujer a la hora de emprender.

Háblenos de usted. Usted era emprendedora antes de que la palabra se pusiera de moda. En su caso ¿fue cuestión de carácter, de suerte o de circunstancia?
—Era una época distinta a la de ahora. Es verdad que en el año 95, cuando yo empecé, también veníamos de una situación de crisis (no tan grave como la de ahora), y no había empleo por ninguna parte. Yo accedí a este mundo por el autoempleo: creé mi empresa junto a mi pareja, una clínica de fisioterapia, con idea de buscarnos un futuro. Las cosas entonces no eran fáciles para nadie, menos para la mujer. Hasta comienzos de 2001 no empieza a verse ayudas para las mujeres emprendedoras. Eran medidas de discriminación positiva hacia la mujer.
Cuando yo creé mi empresa había muchas cosas en contra para poder emprender, no había ningún tipo de incentivo. Son cosas que empiezan a cambiar. En el año 98 pude acceder a unas ayudas al autónomo, y me uní a un programa que tenía el Ayuntamiento [de Jerez] de empleo femenino. Entonces se creó la Asociación de Empresarias 2000. Ya en 2008 nos integramos dentro de la Confederación de Empresario provincial, y ahí he pertenecido a la Junta Directiva de la Confederación Provincial. En ese caso yo estaba como vocal delegada de Jerez. Desde el año 200 estoy en a Cámara de Comercio de Jerez, donde estoy además como tesorera. Pertenezco también al Consejo Social… Son pasos que vas dando por integrarte en este tipo de plataformas con el objetivo de reivindicar derechos para las mujeres. Mi experiencia de integración ha sido muy buena. En muchos foros me encuentro como la única mujer ,como en el Consejo Social hasta ahora, pero no por ello me siento para nada protegida ni tratada de forma especial, sino que soy un miembro más que participa de las decisiones de estos órganos. Estamos ahí para trabajar con independencia del género de cada uno. En el caso de la Confederación de Empresarios las mujeres están muy bien integradas en la acción por parte del resto de miembros. Y como en ese, he participado en muchos órganos de decisión dentro de la provincia y en ninguno de ellos se ha apreciado la diferencia de sexo de las personas en el trato diario. Debería haber más mujeres dentro de estos organismos, la verdad es que sí. Sigue habiendo pocas mujeres.

Fuera del ámbito profesional en el que se mueve, ¿cree que en términos generales la mujer sigue ocupando papeles subordinados al hombre?
—Creo que hay de todo, pero ya a estas alturas la mujer tiene un papel destacado dentro del conjunto de la sociedad Ya no existe esa subordinación. Creo que la mujer tiene un papel importante aunque hay ámbitos determinados en los que sigue existiendo ese modelo. Y no es lo ideal, pero creo que hemos avanzado en los últimos diez años. Ahora estamos en una sociedad más estable y menos hostil para las mujeres, incluso podemos decir que se considera a las mujeres antes que a los hombres para muchos cargos.

Pero la realidad es que, incluso en el mundo laboral, sigue existiendo importantes diferencias de género, como la brecha salarial...
—Es algo que no entiendo. Reconocemos y sabemos que es un problema que se sigue dando en el mundo laboral y es donde menos se promulga la igualdad. En este país nos movemos por convenios colectivos y no por convenios de empresa. Sí en esos convenios no se establece una igualdad salarial es difícil combatir eso. Promulgamos que este tipo de diferencia salarial no debe existir.
Las tablas salariales no recogen la retribución que debe tener un doctor frente a una doctora, o un celador frente a una celadora. Los convenios colectivos hacen alusión al puesto no al sexo. En ningún convenio colectivo viene recogida diferencias salariales en función del sexo, ¿pero que a nivel interno se produce eso? Pues sí. ¿Si estamos de acuerdo? No, no estamos de acuerdo.  

¿Va entonces a promover medidas concretas desde la asociación que ahora preside para acabar con esa desigualdad?
—Podemos plantearnos cambiar esta situación, cómo iniciar los pasos que se pueda establecer para acabar con la brecha salarial. Todo se puede ver. Podemos plantearnos observar que está ocurriendo y dando siempre una posible solución.

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