La Hermandad del Rocío de Jerez despidió ayer una romería que ha venido marcada por las modificaciones de los caminos previstos inicialmente, fundamentalmente en el entorno más próximo a la aldea almonteña. La última jornada del camino se desarrolló con normalidad, si bien estuvo marcada por las altas temperaturas, que se dejaron sentir de manera especial en la carretera del Barroso. Antes, a mediodía, la Hermandad de Jerez embarcó en Malandar para posteriormente alcanzar Bajo de Guía y rezar el ángelus ante la capilla de la Virgen del Carmen.
En esta ocasión, y a diferencia de lo ocurrido la pasada semana, la comitiva sí pudo hacer el rengue de almuerzo en Ventosillas, iniciando después el camino definitivo hacia Jerez. Los romeros se hicieron presentes en el entorno de Luz Shopping sobre las ocho de la tarde, para posteriormente buscar el convento de Santo Domingo por el recorrido tradicional, pudiéndose escuchar sevillanas al Simpecado en diversos momentos de ese itinerario.
Con la llegada de las últimas hermandades a sus lugares de origen, la Junta desactivó el Plan Romero “más atípico y complicado de la historia de este dispositivo”, tal y como reconoció ayer la propia Administración autonómica. El consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera, destacó al cierre del operativo que el Plan Romero “ha sabido reaccionar” a las dificultades, adoptando “decisiones” que han permitido “que este Rocío haya terminado sin que haya habido que lamentar incidencias mayores”.
