Los titulares de la Hermandad de la Expiración no podrán regresar a la ermita de San Telmo antes del próximo mes de enero, toda vez que la cofradía se encuentra a la espera de la obtención de los permisos oportunos para comenzar la segunda fase de las obras de rehabilitación de su sede.
Los trabajos se encuentran paralizados desde el pasado mes de enero, momento en el que debió iniciarse la ejecución de la segunda fase del proyecto. Sin embargo, el hecho de que el Ayuntamiento no haya renovado los seguros de responsabilidad civil a varios de sus técnicos impide que el arquitecto que tiene que autorizar el inicio de los trabajos –que es uno de los afectados- asuma la responsabilidad de firmar documento alguno.
Lo cierto es que pasan las semanas y los trabajos siguen paralizados, a la espera de la oportuna tramitación administrativa y de la aprobación final por parte de la Comisión de Patrimonio. Teniendo en cuenta todas estas circunstancias y el hecho de que el mes de agosto es prácticamente inhábil, la hermandad asume que va a ser complicado iniciar la segunda fase de las obras antes del próximo mes de septiembre.
A partir de ahí habría que empezar a ejecutar unos trabajos que en condiciones normales deben prolongarse por espacio de “cuatro o cinco meses”, lo que sitúa ya a principios de año la conclusión definitiva de las obras. Por tanto, se antoja difícil que la Hermandad de la Expiración pueda trasladar a sus titulares a la ermita de San Telmo antes de esa fecha e incluso se empieza a contemplar la posibilidad de que los cultos cuaresmales deban celebrarse nuevamente en San Francisco.
Una vez rehabilitada la cubierta, que era el asunto que más preocupaba a la hermandad, ahora debe actuarse en los muros interiores y exteriores del templo, la cripta y el camarín. Hace apenas unos días las imágenes ha pasado ya un año desde el cierre al culto de San Telmo.