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Martes 19/11/2024
 

Jerez

La madera de la poda de la vid, fuente de estilbenos

Científicos de Cádiz han desarrollado una técnica para facilitar la extracción de estilbenos, un compuesto con propiedades antimicrobianas y antioxidantes

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  • Viñas del Marco. -

Científicos de Cádiz han desarrollado una técnica para facilitar la extracción de estilbenos, un compuesto con propiedades antimicrobianas y antioxidantes, de la madera de la poda de la vid, lo que dará una segunda vida a este residuo de la agricultura,

Investigadores del Instituto de Formción Agraria y Pesquera (IFAPA) Rancho de la Merced y de la Universidad de Cádiz han desarrollado una técnica que utiliza ultrasonidos para extraer estilbenos de la madera de poda de vid, según una nota de prensa de la UCA.

En esta madera los estilbenos se encuentran en concentraciones de hasta casi mil veces más que en las propias uvas, en unas cantidades que dependen de la variedad y de las condiciones de cultivo.

Hasta ahora esta madera de la poda era utilizada como aporte orgánico para el terreno o destruido mediante la quema.

Para explorar fórmulas de aprovechamiento más sostenibles con el medio ambiente, los investigadores gaditanos han ideado un método para reutilizar este residuo debido a sus altas concentraciones de estilbenos, una familia de polifenoles naturales presentes en muchas familias de plantas.

"Son fitoalexinas, compuestos que se acumulan en concentración variable en algunas plantas, en respuesta a situaciones de estrés, como el ataque de plagas o una irradiación ultravioleta alta. Los estilbenos no afectan a nivel sensorial a la uva, pero influyen en la regulación de la planta frente al estrés. Uno de los más conocidos es el resveratrol, incluido ya en complementos dietéticos y productos cosméticos", detalla la investigadora Zulema Piñeiro, una de las autoras del estudio.

La metodología ideada en este proyecto utiliza ultrasonidos, lo que reduce el tiempo de extracción de estilbenos a tan sólo 10 minutos, frente a otros métodos que pueden suponer hasta más de 12 horas.

La investigadora destaca que esta técnica resulta "más barata por la sencillez de la equipación, que otras como la de fluidos supercríticos o presurización, que suponen un alta inversión.

En el artículo titulado "Ultrasound-Assisted Extraction of Stilbenes from Grape Canes", publicado en la revista Molecules, los investigadores explican que el método comienza con el pre-tratamiento de la muestra mediante liofilización, se deshidrata sometiéndola a una rápida congelación y eliminando el agua mediante la aplicación de vacío.

Así obtienen un polvo que se extrae con un disolvente (agua-etanol) en un baño de agua a 75 grados, una temperatura en la que los estilbenos no se degradan a pesar de ser muy sensibles a la luz y la temperatura.

En esta mezcla se aplican los ultrasonidos para generar unas microburbujas cuando inciden en el líquido.

"Éstas impactan con la muestra de la madera y fragmentan la estructura produciendo una degradación celular. Se favorece de esta forma que el disolvente (mezcla de etanol y agua) penetre en las células y extraiga los compuestos que nos interesan", explica Piñeiro.

El estudio ha comparado los niveles de estilbenos de veinte variedades de vides, ya que son diferentes en función de la clase y de las condiciones ambientales.

En las uvas de mesa como Melissa, Victoria y Matilde se han encontrado los mayores niveles de estilbenos.

Este estudio, calificado de excelencia por la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía y financiado por el IFAPA y fondos FEDER, pretende proporcionar a la industria posibilidades de uso de materiales hasta ahora desechados.

"Por ejemplo, en Jerez, en la variedad de uva Palomino, supone entre 2.000 y 3.500 kilos por hectárea en época de poda", un desecho que podría tener una segunda vida en usos como los cosméticos.

Otra de estos materiales son los raspones, es decir, el elemento del racimo que sirve de soporte a las uvas.

"Éstos, además de estilbenos, contienen compuestos como las procianidinas que mediante la interacción con compuestos como los antocianos pueden llegar a mejorar el color de los vinos tintos", adelanta la investigadora.

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